Después de días de advertencias, la mayoría de los 80 millones de habitantes amenazados por la tormenta hicieron caso a las exhortaciones de que permanecieran en sus casas, y las calles y carreteras estaban casi desiertas. Sin embargo, a mayoría de los fallecimientos reportados fueron relacionados con la inclemencia del clima, la mayor parte a consecuencia de accidentes de tránsito, aunque varias personas también murieron mientras paleaban nieve.
La emergencia incluso obligó a algunas autoridades a restringir el tránsito. El propio gobernador de Nueva York emitió una prohibición de circulación de autos por la ciudad de Nueva York ante el peligro que representa el fenómeno climatológico.
La ciudad más poblada del país suspendió el metro exterior, la isla de Manhattan cerró los túneles y puentes que la conectan, y hasta se quedó sin uno de sus iconos: todos los espectáculos cancelados en Broadway, la gran avenida de los teatros.
La capital, Washington DC, está desde el mediodía del viernes en máxima alerta y el sábado sufrió la peor fase de la tormenta, con violentos vientos, visibilidad casi nula, grandes acumulaciones de nieve y temperaturas gélidas en descenso hasta mínimas cercanas a los menos 20 grados centígrados.
En doce estados de la costa este, de Carolina del Sur a Nueva York, el mal tiempo obligó a desplegar 2.372 efectivos de la Guardia Nacional, 490 de ellos en Virginia.
Para este domingo se esperan más nevadas, con condiciones peligrosas en la madrugada, advirtieron los meteorólogos.
«Este será uno de esos eventos generacionales en que los padres relatan a los hijos lo mal que la pasaron», dijo Ryan Maue, meteorólogo de WeatherBell Analytics, en Tallahassee, Florida, donde también cayeron algunos copos.
La nieve acumulada
Según el cibersitio del Servicio Nacional de Meteorología, hacia la tarde del sábado habían caído más de 18 pulgadas (45 centímetros) en Ulysses, en el este de Kentucky, mientras queen Beattyville se acumulaban 16 pulgadas (40 cms). Entre 14 y 15.5 pulgadas (35.5 y 39 centímetros) se registraron en otros puntos de Kentucky, entre ellos Frenchburg, Mount Vernon, Eglon y Lancer.
El servicio meteorológico explicó además que la tormenta dejó cerca de siete pulgadas (18 centímetros) de nieve en Washington D.C. mientras que en Maryland la cantidad osciló entre los aproximadamente 4.5 pulgadas (11.5 cms) y las 13.5 pulgadas (34 cms) de Oakland.En Virginia, el aeropuerto nacional Reagan informó que había registrado 6.8 pulgadas (17.2 centímetros) de nieve y en Elma cayeron 15 pulgadas (38 cms). Entre los estados que registraron nevadas de más de seis pulgadas (15 centímetros) están Delaware, Georgia, North Carolina, Nueva Jersey, Ohio, Pennsylvania, South Carolina, Tennessee y West Virginia. Varios puntos de Georgia y Alabama recibieron entre 1 y 3.5 pulgadas (2.5 y 8.9 centímetros).
Estado de emergencia
Antes incluso de que la nieve comenzase a caer el viernes por la tarde, se declaró el estado de emergencia en varias zonas, los legisladores regresaron a sus casas y las escuelas, oficinas gubernamentales y sistemas de transportes cerraron antes en la costa este del país, desde Georgia – en el sur – hasta la ciudad de Nueva York.
Precisamente en Nueva York, el tráfico a primera hora del sábado era muy reducido, tanto porque la tormenta llegó en el comienzo del fin de semana y también por los llamamientos hechos por las autoridades en las últimas horas para que los neoyorquinos salgan de casa lo menos posible.
Los pocos vehículos que circulaban por la ciudad lo hacían a una velocidad muy reducida, que compartían las vías con las máquinas quitanieves.
La tormenta llegó procedente de Washington, y se encontraba ahora tocando de pleno en Nueva York, con una trayectoria que comenzaba a afectar ligeramente a Boston, al noreste de la ciudad, perdiendo fuerza en la zona de la capital estadounidense.
Tanto el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, como el gobernador del estado, Andrew Cuomo, habían advertido que los neoyorquinos eviten salir de casa este sábado. Está declarado el estado de emergencia en el estado y en la ciudad, adoptado tanto por Cuomo como por De Blasio.
Esta mañana se anunció que a partir del medio día se suspende todo el servicio de autobuses, mientras el metro seguirá funcionando de forma limitada y con retrasos.
Aunque las carreteras de la ciudad y el estado no se han cerrado oficialmente, en una conferencia de prensa, el gobernador instó a los conductores a no salir a las vialidades “a menos que haya una situación de emergencia o una necesidad crítica”.
El hielo y la nieve complican los desplazamientos, con miles de accidentes y al menos nueve muertes en las carreteras de la costa este.
Funcionarios informaron que hay zonas con automovilistas varados en los carriles con dirección al oeste en la autopista de cuota Pennsylvania en el condado de Somerset y se ha llamado a la Guardia Nacional.
Un vocero de la autopista, Carl DeFebo, le dijo a The Associated Press que está al tanto de algunas de las zonas de tráfico en la autopista en la parte occidental del estado conforme la tormenta de nieve atraviesa la región. Agregó que algunas personas se quedaron varadas durante la noche.
DeFebo agregó que las condiciones de viaje son muy peligrosas y que en algunas secciones el tráfico se mueve a ritmo muy lento.
Más de siete mil vuelos cancelados
Unos 7,600 vuelos fueron cancelados el viernes y el sábado, el equivalente al 15% de los servicios de las aerolíneas, según el servicio de rastreo de vuelos FlightAware. Esperan volver a estar totalmente operativas el domingo por la tarde.
Entre los desafortunados viajeros que se quedaron varados por la tormenta estaba Jennifer Bremer, de Raleigh, North Carolina. Bremer voló a Chicago el jueves por la mañana con un maletín como único equipaje para lo que pensaba sería apenas un día de reuniones. Su primer vuelo de regreso a casa fue cancelado el jueves por la noche, y lo mismo le ocurrió el viernes.
«Tengo mi computadora, mi celular y un buen libro, pero no tengo ropa», dijo Bremer mientras miraba la información sobre vuelos en el aeropuerto internacional O’Hare el viernes. «Tengo una agente de viajes que está intentando ser creativa. Estoy esperando su llamada (…) Intento llegar a algún lugar cerca de la Costa Este donde pueda conducir esta noche o a primera hora de mañana».
Quienes no estaban tristes por la noticia de la tormenta eran los pasajeros de un crucero que debía regresar desde Bahamas al puerto de Baltimore el domingo. Su llegada se ha retrasado hasta al menos el lunes debido a la climatología.
Se prevé que caigan al menos dos pies (60 centímetros) de nieve en Washington y Baltimore, y casi la misma cantidad en Filadelfia.
El viernes por la noche, zonas de Kentucky, las Virginias y North Carolina tenían ya más de un pie (30 centímetros) de nieve, y en algunas áreas de Pennsylvania, South Carolina y Tennessee había caído más de medio pie (15 centímetros).
Fuente:Univision.com y Agencias