SAN JUAN. El Gobierno de Barack Obama pretende establecer un mecanismo de supervisión fiscal sobre el Ejecutivo de Puerto Rico, pero “siempre respetando el autogobierno” de la isla, según explicó hoy el secretario del Tesoro de EE.UU., Jack Lew.
Lew se encuentra en San Juan para reunirse con líderes políticos, empresariales y sociales en una visita de carácter simbólico, según reconoció él mismo en una breve comparecencia ante la prensa, en la que evitó pronunciarse sobre la cuestión del estatus de la isla, pero insistió en la voluntad de EE.UU. de respetar el sistema de autogobierno local.
“Estoy aquí porque la situación es urgente; para poner de relieve que es el momento de que el Congreso actúe”, dijo Lew, que, como ha hecho en ocasiones anteriores, urgió a EE.UU. (particularmente a los republicanos, que son los que se oponen) a que permitan a la isla acogerse a la ley federal que regula los procesos de quiebra.
La propuesta del Gobierno de Obama, presentada el pasado octubre, es que ese mecanismo esté acompañado de una junta de control fiscal independiente que supervise cómo la isla gestiona sus recursos.
“Ambas cosas no son incompatibles. Se puede llevar a cabo una supervisión efectiva y respetuosa al mismo tiempo”, defendió, tras insistir en que la Casa Blanca nunca ha hablado de “rescate” sino de “reestructuración” de la deuda.
Puerto Rico, dijo, “está en medio de una profunda crisis económica que requiere medidas ahora”, ya que está “poniendo en verdaderas dificultades” a la población.
“Estas dificultades se intensificarán a medida que siga deteriorándose la situación fiscal”, añadió, tras recordar que cada semana unos 3.000 puertorriqueños abandonan la isla “en busca de mejores oportunidades”.
Valoró que el Gobierno local actualizara esta semana su plan de crecimiento fiscal y económica y elevara en un 15 % (hasta 16.100 millones de dólares) la cuantía que ve que le faltará en los próximos cinco años para prestar servicios y pagar su deuda.
“Este informe pone de relieve la profundidad de la crisis actual y la necesidad de la acción del Congreso “, dijo uno de los cargos públicos de EE.UU. de más alto rango que ha visitado la isla en los últimos años y que dijo sin tapujos que “Puerto Rico ya ha incurrido en impago”.
“Está tomando fondos de un acreedor para pagar a otros y se ha detenido el pago por completo en varias de sus deudas -explicó-. Como se predijo, los acreedores están presentando demandas”, al tiempo que “la liquidez en el Banco Gubernamental de Fomento, que ofrece servicios de banca esencial y los servicios fiscales para el gobierno central, es baja”.
A ello se suma, relató, que “las devoluciones de impuestos se están reteniendo y se han vendido activos del plan de pensiones para pagarlas”.
Ante este panorama, Lew transmitió el compromiso del Gobierno de Obama de seguir apoyando a Puerto Rico y aseguró que el Departamento del Tesoro, junto con el Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, está liderando un esfuerzo para garantizar el desembolso oportuno de los fondos federales disponibles.
Además, un equipo especializado del Tesoro federal proporciona diariamente asistencia técnica al equipo económico del Ejecutivo de Alejandro García Padilla, con el que Lew se reunió hoy en La Fortaleza.
“Sin embargo, lo cierto es que ninguna autoridad administrativa puede poner fin a esta situación de emergencia. Sólo el Congreso puede promulgar las medidas legislativas necesarias para Puerto Rico para resolver este problema”, sostuvo.
“No dejaremos de dar la vuelta a ninguna piedra en busca de cosas que desde la Administración podamos hacer para ayudar, pero, incluso con todas nuestras herramientas, no seríamos tan eficaces como lo sería la intervención del Congreso”, apuntó.
Reuniones
Durante todo el día, Lew mantendrá reuniones con líderes políticos, empresariales y sociales para explicarles la propuesta del Gobierno de Obama, que además propone medidas para mejorar la atención de salud e incentivar la creación de empleo.
“Con el fin de ayudar a los 3,5 millones de estadounidenses que tienen su hogar en esta isla, el Congreso debe aprobar una legislación para que el presidente la convierta en ley sin demora”, defendió.
En su opinión, no cabe duda de que “Puerto Rico puede y va a salir de la crisis actual y volver al crecimiento”, aunque “la pregunta fundamental es cuándo y a qué coste”.
“El pueblo de Puerto Rico está sacrificando, pero a menos que el sacrificio sea compartido por los acreedores con una reestructuración ordenada de la deuda, no hay camino para salir de la insolvencia y regresar al crecimiento”, advirtió.