Polonia .- La primera ministra polaca, la ultraconservadora Beata Szydlo, anunció hoy que su país está dispuesto a aceptar «un número limitado de refugiados, por el momento de cien personas», y añadió que ahora puede comprobarse que las políticas frente a la crisis de refugiados «han sido erróneas».
El anterior Gobierno de Polonia, presidido hasta noviembre por la liberal de centro-derecha Ewa Kopacz, se comprometió con los socios europeos a acoger más de 7.000 refugiados.
Szydlo precisó que los cien refugiados que recibirá el país han sido investigados «cuidadosamente» para evitar que entre ellos se encuentren islamistas radicales o potenciales terroristas.
A su juicio, «el problema de los inmigrantes debe ser resuelto fuera de las fronteras de la Unión Europea».
Además, la jefa del Ejecutivo polaco se refirió a las críticas que las políticas de su partido, Ley y Justicia, han recibido desde Bruselas, donde preocupan especialmente las reformas del Tribunal Constitucional y la nueva ley de medios de comunicación públicos aprobadas por el Parlamento.
La primera ministra acusó a la oposición de promover «la histeria» para «obtener réditos políticos» y definió a su Gobierno como «predecible y racional».
Szydlo hizo alusión a la reunión que mantuvieron ayer el líder de Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y señaló que «fue un simple encuentro privado entre dos políticos».
La visita de Orban a Polonia fue anunciada sólo horas antes de producirse y hasta el momento no ha trascendido de qué hablaron ambos políticos.
La reunión, de seis horas, tuvo lugar en una venta en el sur de Polonia y medios locales especulan con que el tema fundamental del encuentro fue la posición de los dos países ante la próxima cumbre comunitaria y la visita que el primer ministro británico, David Cameron, hará a Budapest.
Polonia y Hungría mantienen una estrecha relación y Kaczynski ha expresado en repetidas ocasiones su admiración por el «combativo» líder húngaro y sus políticas que reafirman la soberanía nacional frente a «la burocracia de Bruselas».
Fuente: EFE