WASHINGTON. La Casa Blanca reiteró hoy que no planea cambios a la Ley de Ajuste Cubano, que beneficia a los isleños que llegan a territorio estadounidense de manera irregular y que, según el Gobierno de La Habana, ha propiciado la actual crisis migratoria en Centroamérica.
“No hay planes en este momento para cambiar esa política”, respondió sobre la Ley de Ajuste Cubano el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, al ser preguntado en su rueda de prensa diaria sobre los casi 8.000 cubanos que están varados en Costa Rica desde noviembre.
Earnest dijo que la Casa Blanca está “al tanto” de las informaciones acerca de que un grupo de 180 cubanos será el primero en reanudar desde Costa Rica su viaje hacia EE.UU. el próximo martes, como parte de un plan piloto que las autoridades centroamericanas esperan se convierta en la solución definitiva a la crisis migratoria.
El portavoz aclaró que el Gobierno del presidente Barack Obama no ha participado “en los esfuerzos para facilitar el movimiento o la llegada de inmigrantes cubanos a Estados Unidos”.
Desde el pasado 15 de noviembre, cuando Nicaragua cerró su frontera a los cubanos aduciendo riesgos a la seguridad y soberanía, en Costa Rica se han acumulado 7.802 inmigrantes de esa nacionalidad que pretenden llegar a Estados Unidos y que cuentan con pasaporte.
Los cubanos iniciaron su periplo legalmente vía aérea desde la isla hacia Ecuador, país que hasta el 1 de diciembre pasado no les exigía visado.
Desde Ecuador se movilizaron irregularmente por Suramérica hasta llegar a Panamá, de donde pasaron a Costa Rica.
El Gobierno cubano considera que esta crisis migratoria es consecuencia de medidas vigentes en EE.UU. como la Ley de Ajuste, la política “pies secos/pies mojados” o el programa Parole para médicos.
Según el Gobierno costarricense, el principal motivo para que se produjera esta oleada migratoria es el temor a que, con el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, se elimine la Ley de Ajuste Cubano.
No obstante, y a pesar de las peticiones de Cuba, el Gobierno de Obama ha reiterado que no planea eliminar esa ley.