A pocas horas del Año Nuevo, Kevin Lynch, vicepresidente de tecnología de Apple, ha explicado por qué el Apple Watch es “la manera más precisa” de hacer la cuenta atrás para esperar el nuevo año.
“Cuando diseñamos el Apple Watch, estuvimos muy centrados en la precisión”, comenta Lynch. “La hora de cada Apple Watch está perfectamente en sincronía y cada dispositivo tiene una precisión de 50 milisegundos respecto al tiempo universal coordinado (UTC), el estándar mundial”, asegura.
La referencia del Apple Watch es el Observatorio Naval de los Estados Unidos, que ensambla y alberga algunos de los relojes atómicos más precisos del mundo. Los relojes atómicos miden el tiempo a través de la frecuencia de resonancia de un átomo de cesio. Los satélites GPS que orbitan la Tierra utilizan ese tiempo para determinar nuestra geolocalización, y también emiten la hora.
“Hemos desplegado servidores por todo el mundo para recibir estas señales de los satélites GPS y, a través de un servidor de hora, brindar información a los smartwatches” explica Lynch.
El equipo de desarrollo del smartwatch también se aseguró de que el Apple Watch no se retrase, que es una tendencia natural incluso en los dispositivos electrónicos. Cada Watch utiliza un oscilador de cristal templado para contrarrestar este efecto. La tecnología gestiona asimismo la temperatura del cristal para evitar que el dispositivo se enfríe demasiado (el frío también puede afectar a la precisión del reloj).
Durante la fase de pruebas del reloj inteligente, el equipo de Lynch estudió la precisión del reloj grabando la hora a 1.000 fotogramas por minuto. Después compararon los resultados con un reloj atómico que tienen en los laboratorios de pruebas de Apple.
Fuente: Gizmodo