SANTO DOMINGO. Con los bonos soberanos coronando la deuda del sector público no financiero (SPNF), la República Dominicana terminó noviembre de 2015 con un pasivo de US$23,803.8 millones, de los que el 65.9 % es externo.
Con la celeridad del endeudamiento externo e interno, el saldo de la deuda ha retornado al nivel registrado a finales de 2014, antes de la que Gobierno comprara el 98% de la deuda con PetroCaribe, que involucró un valor de US$4,027 millones. En ese entonces era de US$23,809.1 millones, apenas US$5.3 millones más que lo adeudado a noviembre de 2015.
Pero del total, la deuda por emisiones de bonos soberanos representa el 36.6% a noviembre de 2015, cuando al cierre del 2011 esta proporción era de 14.9 %. Así, las emisiones de bonos globales han sido la principal fuente de financiamiento externo, al alcanzar en el SPNF un saldo de US$8,632.6 millones.
Este incremento va a la par con la creación de persistentes déficit fiscales, desde 2008. Los gobiernos los han mantenido por encima de 2.5% del PIB, llegando en el 2012 ha acercarse al 6%, para el SPNF. Para 2015, se estima que este déficit sea de 2.4% del PIB, y se tiene previsto que en 2016 sea de 2.3 %, para continuar descendiendo en 2017 y 2018 a 2.1 % y 1.7 %, respectivamente.
El endeudamiento ascendente va acompañado de un incremento en los pagos de intereses que de continuar se teme que llevará al país a una situación de insostenibilidad fiscal. En 2007, lo que la República Dominicana destinaba de sus ingresos fiscales al pago de los intereses era un 6.6 %. Y se estima que para el 2016 alcance el 19.9% para continuar hacia el 23% en 2017.
El curso del endeudamiento ha generado preocupaciones entre analistas económicos del país. Y no sólo a ellos. Esa preocupación fue compartida por la última misión del Fondo Monetario Internacional que estuvo de visita en República Dominicana en noviembre de 2015.
En su comunicado, emitido después de su partida, alerta que de ausentarse las medidas de disciplina fiscal, la suma de los déficits consolidados se proyectarían en torno al 5% del PIB en el mediano plazo. Un déficit consolidado de esa magnitud empujaría la deuda pública consolidada (que incluye a la del Banco Central) desde menos del 50% que se observa para 2015, hacia un 54% para el año 2020, afirman.
Esta observación del FMI es expuesta faltando menos de dos meses para que inicie el año electoral, que incluye las votaciones para elegir al Presidente y al Vicepresidente, además de las elecciones municipales y legislativas. Las últimas elecciones presidenciales le costaron al país “un déficit público consolidado para finales de 2012 (que) se proyecta en 8.5 por ciento del PIB, casi el doble del nivel de 2011”, declaró la misión del FMI, después de visitar a República Dominicana en noviembre de 2012.
Por esa razón, el economista Pavel Contreras declaró el lunes que “el déficit público se mantiene elevado, acumulando un nivel de deuda que profundiza el camino hacia la insostenibilidad”.
Además, a principios de diciembre el economista Ernesto Selman, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), declaró a Diario Libre: “Cuando tú ves que un estado tiene que pagar 20%, en 2017, 25% de sus ingresos solo para pagar los intereses de su deuda, te está diciendo que hay un problema de sostenibilidad de la deuda serio”.
Asimismo el economista Arturo Martinez Moya, del opositor Partido Revolucionario Moderno, destacó a finales de noviembre pasado, que “finalizó el ciclo de facilidades externas que financió déficits fiscales desde 2008, que por eso no puede continuar la práctica de preparar el presupuesto público con deuda para pagar intereses”.
Y faltando 16 días para que sucediera el hecho al que se refiere, afirmó que “la Reserva Federal (de Estados Unidos) poco a poco aumentará los tipos. Comenzará en diciembre o en el primer trimestre del 2016, y será imitado por los bancos centrales de Inglaterra, Japón y el Europeo, porque al final la política monetaria mundial deberá tener la misma dirección. Y como profetizó, el 16 de diciembre, la FED subió su tasa de interés.