SANTO DOMINGO. Personalidades de diversos sectores del país se volcaron ayer en solidaridad e hicieron un llamado a enfrentar la violencia, al acudir al velatorio del asesinado alcalde de Santo Domingo Este, Juan de los Santos.
El presidente Danilo Medina permaneció, evidentemente impactado por la muerte de un compadre y colaborador político, llamó a la sociedad dominicana a acudir a Dios y a la Iglesia en los momentos de agobio, como una manera de darle salida a los problemas, y evitar la violencia.
Luego de permanecer por casi dos horas en el velatorio expresó que “los momentos de crisis son grandes oportunidades para relanzar la vida”, y que cuando una persona abrumada actúa bajo la presión de los problemas es cuando toma decisiones trágicas sin pensar en las consecuencias para su propia familia.
“Hago un llamado a la sociedad dominicana. Hay personas que cuando tienen un problema, creen que se les cierran todas las puertas, y que la vida termina en ese momento. Cuando la persona se sienta abrumada, yo le recomiendo que acuda a Dios, ir a la Iglesia. Los momentos de crisis son grandes oportunidades para relanzar la vida”, indicó el Jefe de Estado.
Calificó de “absurdo e injustificable” el hecho que desencadenó las muertes de Juan de los Santos, su guardaespaldas, Alcides de Jesús Medina, y del agresor, Luis Esmerlin Féliz Féliz. De este último, dijo que afectó a su familia y la de sus víctimas, por dejarse llevar por los problemas que tenía con el alcalde de Santo Domingo Este.
“El mismo matador deja cinco hijos en la orfandad, tengo entendido que incluso a una esposa embarazada”, indicó Medina.
Pondera a Juancito
Medina dijo que conoció a De los Santos por 17 años, y consideró que hay pocas personas tan desprendidas y solidarias como él.
Estimó que hay pocos hombres que se han entregado a servir a su comunidad como lo hizo De los Santos.
“La verdad es que para nosotros es una pérdida irreparable y, además, un hecho que no esperábamos, por lo absurdo, y la forma injustificable en que ha ocurrido”, subrayó, al acudir al velatorio en compañía de esposa, Cándida Montilla y dos de sus hijas.