DICEN PUNTO COM
SANTO DOMINGO. “¿Yo, hablar con Danilo?… Tengo que morirme”, declara a este reportero el principal candidato opositor en las elecciones presidenciales del próximo 15 de mayo.
Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), suelta esa enfática declaración en respuesta a un mensaje que dice haber recibido del Ministerio de Energía y Minas un representante de Cemento Santo Domingo, cuando en esa dependencia estatal se le informaba sobre la “desaprobación” a esa cementera de la concesión para la explotación de roca caliza en Hatillo.
“Gautreau le dice: dígale al presidente de la compañía, (’que ella cree que soy, pero que es mi hermano’, apostilla) que hable con Danilo, a ver si Danilo le busca una vuelta”.
El político y empresario precisa que esa declaración “no fue por escrito, sino de manera verbal”, y se la atribuye a la actual consultora jurídica del Ministerio de Energía y Minas, la señora María Susana Gautreau de Windt.
La conversación transcurre en un desayuno en su apartamento en la mañana del primero de diciembre, al que este reportero fue invitado por intermediación del economista Miguel Ceara Hatton, quien se encontraba presente. El motivo: la desaprobación por parte del Ministerio de Energía y Minas de la solicitud de la concesión de explotación minera Hatillo.
Abinader aclara que nunca trataría asuntos personales con el presidente Danilo Medina, aunque con él se ha visto tres veces. “Hemos hablado de políticas, seguimos hablando de política, y seguiremos hablando de política”, subraya.
Considera que “tiene una finalidad política” la decisión de Energía y Minas de “desaprobar” la concesión de Hatillo, sobre el que Cemento Santo Domingo tiene “derechos adquiridos” que se remontan a 1999.
Como una de las pruebas de su aseveración presenta el permiso ambiental No 1191-11-Modificado, de fecha 8 de enero de 2013, firmado por el actual ministro de Medio Ambiente, Bautista Rojas Gómez (Bauta).
En ese permiso ambiental para la operación de la instalación de Cemento Santo Domingo, el ministro certifica entre las característica del proyecto que Cemento Santo Domingo es una empresa dedicada a la elaboración de cemento gris Portland, mediante la molienda de yeso, caliza y Clinker en seco, con una producción de 23,000 toneladas al mes … “que incluye la concesión de explotación para calizas”.
“Ahora dice Bauta que no sabe nada, que no teníamos nada”, observa Abinader.
Pero el mismo Bauta que firma el permiso ambiental del 8 de enero de 2013, es el que estampa su firma en la carta enviada a Gautreau con fecha del 25 de septiembre de 2015 en la que le informa que la solicitud de concesión de Hatillo “ocuparía una superficie total de 59.80 kilómetros cuadrados, de los cuales, aproximadamente el 92.78 % se encuentra dentro de los límites de las áreas protegidas y sus zonas de amortiguamiento, incluyendo el Parque Nacional Francisco Alberto Caamaño”.
Hace más de 15 años, el 28 de julio del 2000, la Dirección General de Minería emitió la resolución número IX/00 en la que otorga a Michel Philippe Lulo Collado “la concesión de exploración minera” Hatillo, para la explotación de rocas calizas en un área de 6,197.5 hectáreas.
Pero el 13 de agosto de 2007, Lulo Collado vendió sus derechos a Cemento Santo Domingo. Pero estos derechos son afectados por el decreto del 7 de agosto del 2009 emitido por Leonel Fernández, entonces presidente de la República, con el que crea el Parque Nacional Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Nunca se ha explotado roca caliza en el área del parque, asegura Abinader. “Donde se está trabajando ahora está fuera del parque, y nosotros en ningún momentos hemos ido hasta allá”, afirma.
Pero agrega que “la exploración no tiene finalidad” en sí misma, pero sí que “reconoce el proceso sobre el permiso” de explotación. A eso se refiere cuando reclama el respeto a los derechos adquiridos, y como prueba presenta la sentencia sobre un recurso de amparo del 7 de julio de 2009 que dictó la Tercera Sala de la Cámara Civil y Comercio del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, y que así lo favorece.
