WASHINGTON. El agresor del tiroteo que mantuvo en vilo a Estados Unidos durante casi cinco horas ya está en custodia policial y la situación está bajo control después de que el hombre se atrincherara en un centro de planificación familiar de Planned Parenthood en Colorado Springs (Colorado, EE.UU.).
El suceso deja al menos 11 heridos, cinco de ellos policías, pero ahora comienza la investigación para determinar si hay víctimas en el interior del edificio, según explicó el jefe de la Policía local, Pete Carey, en declaraciones a la prensa.
Los agentes también quieren asegurarse de que “unos objetos” con los que el agresor entró en el edificio no son ningún tipo de explosivo.
El alcalde de la ciudad, John Suthers, adelantó que a los agentes les esperan horas de trabajo en una “escena de crimen enorme” sobre la que se tienen pocas certezas.
No se sabe qué podría haber motivado este ataque, ni si en el interior del edificio hay otro agresor, explosivos o víctimas.
El agresor se atrincheró durante casi cinco horas en el centro y abrió fuego contra los agentes, hiriendo al menos a cinco de ellos.
En paralelo, los policías iban evacuando a las personas que quedaron atrapadas en el centro, la mayoría de ellas mujeres, algunas personal de la clínica ataviadas con batas blancas, según pudo observarse en las imágenes televisivas.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, fue informado sobre el grave incidente por su asesora principal de Seguridad Nacional, Lisa Monaco, según informó la Casa Blanca.
La llamada de alerta, al mediodía hora local (19:00 GMT), se emitió desde ese edificio, aunque se desconoce si el objetivo del agresor era este centro donde se practican abortos, además de numerosos servicios relacionados con la salud reproductiva.
Planned Parenthood desconoce si su centro en Colorado Spring era un objetivo pero aseguró en un comunicado que seguirá proporcionando servicios reproductivos a pesar de “los extremismos que están creando un ambiente envenenado que alimenta el terrorismo doméstico” en el país.
Los centros de Planned Parenthood, que practican abortos entre otros numerosos servicios de planificación familiar y salud reproductiva, tienen una fuerte oposición entre los activistas contrarios al aborto y recientemente han sido objeto de duras críticas por parte de destacados miembros del partido republicano, entre ellos los aspirantes a la presidencia en 2016.
La cadena CNN asegura que este centro había recibido amenazas de individuos contrarios al aborto