SANTO DOMINGO. “A pesar de que no existe una solución única para un problema tan complejo, existen pruebas cada vez más numerosas acerca del tipo de acciones que pueden detener la violencia antes de que se produzca, sobre todo, si dichas medidas se aplican de forma paralela”.
La expresión es parte de la declaración que, por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, emitió la secretaria general adjunta de las Naciones Unidas y directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.
La funcionaria de la ONU insiste en que la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de los derechos humanos más graves y la más tolerada en todo el mundo.
Llama a levantar nueva vez la voz para decir que ese tipo de violencia es inaceptable, se puede evitar y prevenir.
Indica que las investigaciones que realizan en la actualidad, permitirán diseñar estrategias e intervenciones para prevenir definitivamente la violencia.
“Creemos que con los esfuerzos concertados de todas las partes involucradas, desde los gobiernos hasta las personas, seremos capaces de eliminar las relaciones y estructuras de poder desiguales entre hombres y mujeres, así como de poner de relieve los cambios necesarios en actitudes, prácticas e instituciones”.
Phumzile Mlambo-Ngcuka pide reflexionar sobre lo diferente que sería el mundo si se pudiera evitar el matrimonio precoz y la mutilación genital femenina, la inacción frente a la violencia doméstica, los mensajes de texto abusivos, la impunidad de los violadores, la esclavización de las mujeres en las zonas en conflicto, el asesinato de defensoras y defensores de los derechos humanos de las mujeres o la hostilidad a la que se enfrentan las mujeres en las comisarías de policía o los tribunales cuando dan testimonio de la violencia sufrida.
“Estoy convencida de que si todas y todos trabajamos juntos: gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, el sistema de las Naciones Unidas, empresas, escuelas y personas que se movilizan a través de los nuevos movimientos solidarios, seremos capaces de lograr un mundo más igualitario, un planeta 50-50, en el que las mujeres y las niñas podrán vivir sin violencia”. Señala que tanto la movilización comunitaria como las intervenciones grupales dirigidas tanto a mujeres como a hombres, los programas educativos y el empoderamiento de las mujeres, constituyen algunas de las intervenciones que ejercen efectos positivos cuando se combinan con otros cambios legales, conductuales y sociales.
“Hoy, por primera vez, contamos con objetivos explícitos para eliminar la violencia contra la mujer en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Para lograr esos objetivos es necesario acelerar las actuaciones”, planteó la ONU, al conmemorarse ayer el Día de la no violencia contra las mujeres.