El fenómeno de las mujeres kamikazes existe desde hace décadas, tanto por organizaciones religiosas, seculares o separartistas. Palestina, Líbano, Chechenia son algunos de los países en los que este fenómeno ha sido utilizado. Recogemos los principales casos:
Palestina
La pionera fue Wafa Idris, enfermera de 27 años cuya figura fue colmada tras su muerte de todo tipo de honores. El primer grupo en utilizar una mujer suicida fue Fatah, seguido de la Yihad Islámica Palestina (YIP) y luego Hamas.
Líbano
Hezbollah uno de los pioneros en el uso de los ataques suicidas modernos. El primer atentado suicida cometido por una mujer, una libanesa de 17 años que actuaba bajo las órdenes del Partido Sirio Nacional Socialista.
Sri Lanka
Los Tigres de Liberación de Tamil Eelam, o Tigres Tamiles, son de los pocos grupos terroristas que tienen institucionalizada la táctica del suicidio como forma habitual de ataque. El más conocido, es el asesinato en 1991 del Primer Ministro de la India Rajiv Gandhi a manos de una joven Tamil que se inmoló durante un mitin previo a las elecciones indias.
Chechenia
Aquí tiene su origen el difundido término de “viuda negra”. Las “viudas negras” son las rebeldes chechenas que se convierten en suicidas tras la muerte de su pareja.
“El suicidio mediante bombas adosadas al cuerpo resulta extraordinariamente barato a las organizaciones terroristas, y el daño que pueden llegar a infligir tanto en bienes como en personas es considerablemente más elevado que mediante otras tácticas de ataque” explica Estefanía Martínez Varela en un documento El fenómeno de la mujer terrorista suicida.
Las mujeres también han cobrado una especial relevancia en el campo del adoctrinamiento y el proselitismo. “Tienen una gran capacidad de convencer algunas de ellas”, según dice Echeverría, que se remite al ejemplo de la marroquí Fatiha Mejati, un referente en el mundo salafista principalmente por su proliferación de mensajes en las redes sociales.