Madrid (España) .- Cada mes se realizan más de 100.000 millones de búsquedas en Google, más de 2,2 millones por minuto. Al buscador se le pregunta de todo y, en su ascenso al olimpo, se ha cobrado la vida de sitios como Excite, AltaVista, Lycos, AllTheWeb o, más recientemente, Yahoo!, rendido al gigante de Mountain View. En el universo de los motores de búsqueda generalistas solo hay un dios verdadero, pero a su sombra subsisten con discreción pequeños buscadores que permiten visitar el pasado de una web (para navegar por ella tal y como se hacía en los 90) o sumergirse en la misteriosa deep web a la caza de contenidos que escapan de los índices de Google.
Las palabras no se las lleva el viento, bien lo sabe Google y quienes recurren al derecho al olvido, pero sí los diseños antiguos de una web actual. Para evitarlo, este buscador envía al usuario ocioso a visitar páginas webs tal y como eran hace casi veinte años y también en fechas más recientes. No hace falta irse muy hacia el pasado para asistir a la prehistoria de los sitios web, incluso existen premios a webs con sofisticado aire retro, pero basta un pequeño salto hacia atrás en el tiempo para toparse con joyas del html balbuciente: logotipos pixelados, fondos chillones y derroche de tipografías hoy impensables. La web permite e invita al usuario a hacer una captura actual de cualquier página para incorporarla, cual cápsula del tiempo, a sus anales. Por cierto, no incluye el primer sitio web de la historia, creado por Tim Berners-Lee.
Ver gatos en Internet proporciona “bienestar psicológico”, según asegura un estudio realizado entre 7.000 adeptos a los vídeos de felinos. Los animales reinan en Internet en forma de vídeo, GIF o congelados en un meme eterno. Para este último formato, este buscador de imágenes pretendidamente divertidas reserva un enorme apartado en el que se agrupan hordas de candidatos a Lil Bub, estrella gatuna de YouTub
Fuente: El País