VITORIA (ESPAÑA) (EFE).- Investigadores han descubierto que mediante un análisis de sangre se puede pronosticar si un brote psicótico puntual puede evolucionar hacia una enfermedad mental como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o una depresión grave.
La Universidad del País Vasco (UPV-EHU) ha dado hoy a conocer los resultados de un estudio desarrollado por un equipo multidisciplinar, en el que ha trabajado junto al Hospital Universitario de Álava, el centro de investigación Cibersam (en el que participan ocho comunidades autónomas) y el Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (Ibiomed).
Este equipo ha logrado desarrollar un modelo “sencillo, rápido, económico y, sobre todo, no invasivo” para predecir la enfermedad mental.
Según explica la UPV en un comunicado, cuando una persona llega con alucinaciones a un hospital una de las pruebas que se le hace es un análisis de sangre.
Ese paciente con un brote psicótico presenta una alteración de la percepción de la realidad, ya sea con alucinaciones o delirios, que pueden ser el aviso de que existe una enfermedad mental, aunque también puede tratarse solo de un trastorno puntual ocasionado por un agente externo.
Hasta ahora no se habían encontrado marcadores biológicos fiables en la sangre que pudieran predecir la existencia de la enfermedad y facilitasen un diagnóstico temprano para ofrecer una alternativa terapéutica.
La investigadora de la UPV Ainhoa Fernández-Atucha ha explicado que el modelo predictivo que han descubierto, basado en la técnica estadística de regresión lineal, busca mediante un análisis de sangre ver la relación entre la actividad cerebral y la actividad enzimática.
El estudio se hizo con 119 personas, 78 hombres y 41 mujeres, de edades comprendidas entre los 17 y los 62 años.
Todos eran pacientes del Hospital Universitario de Álava ingresados entre 2009 y 2012 con un primer brote psicótico y que fueron sometidos a un control clínico y analítico que se repitió al cabo de un mes, a los tres meses y al año.
De la investigación fueron excluidas las personas que sufrieron alucinaciones o delirios tras consumir drogas o sufrir un traumatismo cerebral grave.
La técnica desarrollada por el equipo investigador relaciona la actividad enzimática que tiene la persona cuando sufre el brote psicótico con los datos obtenidos en las escalas de valoración psiquiátricas a lo largo de un año de seguimiento.
En concreto, se cruzó la información relativa a las enzimas del grupo de las peptidasas (APB, APN, DPP-IV, PEP y PSA) y los resultados obtenidos mediante la Escala de Evaluación de la Actividad Global (EEAG) y la Escala de Depresión de Hamilton (HDRS).
El descubrimiento de los investigadores es que cuanto mayor es la actividad enzimática se da una menor puntuación en las escalas psiquiátricas referentes al estado general del paciente pero sube en la que evalúa la presencia de síntomas depresivos, lo que conllevaría un mal pronóstico mental del paciente a corto plazo.