La llegada del otoño significa una auténtica revolución para el cuerpo. Con la caída de las hojas uno empieza a salir a la calle con paraguas y las horas de luz cada vez son menos. Estos cambios en el tiempo y en la rutina afectan directamente en el bienestar, el estado de ánimo, las defensas y el sueño.
¿Cómo hacerle frente a esta revolución? Con la dieta. “La alimentación es uno de los pilares básicos de nuestra salud, y la dieta mediterránea nos ofrece posibilidades que podemos aprovechar para que disfrutemos de la nueva estación con energía y salud”, recuerda Marta Gámez, directora de NC Salud. Los alimentos que se cosechan entre los meses de octubre, noviembre y diciembre contienen los nutrientes que precisa el organismo en estas fechas: vitamina B9 (ácido fólico), vitamina A y carotenoides y vitamina C.
1.-Brócoli para evitar la gripe. En otoño bajan las temperatura y aumenta el estrés. Los cambios representarnos en el termómetro ponen a prueba las defensas y si no se está preparado uno puede acabar en cama con gripe. Estar en la oficina con una mano en el teclado y la otra en el paquete de clínex no es plato de buen gusto. Para evitar estas situaciones es recomendable comer alimentos de otoño como acelgas, escarola o brócoli, que gracias a los folatos y a las vitaminas A y C favorecen el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
2.-Manzanas contra el estreñimiento. La dieta varía mucho del verano al invierno. El frío hace que se consuman menos líquidos y esto repercute gravemente en la función digestiva. El estreñimiento es un problema muy común en esta estación, así que para no sufrir en el baño es importante tomar una buena cantidad de fibra. Para mejorar el tránsito la manzana, la pera y la uva son las frutas ideales.
3.-Caldos para cuidar la piel. Al rebajar el consumo de líquidos, la piel sufre. Para mantener un cutis bonito es muy importante no olvidarse de beber agua. Una buena manera de mantenerse hidratado es preparar caldos e infusiones, bebidas muy apetecibles con la llegada del frío y la lluvia.
4.-Castañas para no sentirse cansado. Un ritmo de trabajo un poco estresante y la reducción de las horas de luz pueden hacer que uno se sienta más cansado. Para luchar contra estos síntomas, se debe aprovechar el contenido en vitamina B9 y C de los alimentos de otoño para ayudar aumentar los niveles de energía. Las castañas son el tentempié ideal para esta estación ya que son ricas en vitaminas del grupo B en general, todas ellas muy implicadas en la producción metabólica de energía, de modo que ayudan a superar el cansancio. Por otra parte, a pesar de que las castañas se clasifican como frutos secos contienen mucha más proporción de agua y mucha menos de grasa que el resto de los de su clase.
5.-Espinacas para ser feliz. La monotonía y la lluvia llaman a la tristeza. En otoño es importante cuidar la ingesta nutrientes relacionados con el estado de ánimo para prevenir los síntomas depresivos o ansiedad. El magnesio ayuda a tenerlos a raya, aunque desde el siglo XIX el consumo del mineral se ha visto muy reducido y ha repercutido en el estado de ánimo. También el triptófano es vital para pararle los pies a la tristeza. Esta sustancia hace que el cerebro fabrique serotonina, la llamada ‘hormona de la felicidad’. Las espinacas y la alcachofa son perfectos para abrir las puertas a la felicidad en otoño.
Fuente: YoDona, elmundo.es