CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco ha concedido la indulgencia plenaria a los Legionarios de Cristo y miembros de su movimiento seglar, Regnum Christi, durante el próximo Jubileo y por los 75º años de su fundación, informó hoy la congregación en un comunicado.
La indulgencia concedida por el papa ha sido comunicada con una nota del Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede y respondiendo a la solicitud del director general del Regnum Christi y de la Legión de Cristo, el mexicano Eduardo Robles-Gil.
Según el comunicado de la Penitenciaría Apostólica, los legionarios y miembros del Regnum Christi podrán alcanzar la indulgencia plenaria “si renuevan por devoción sus compromisos que los vinculan al Movimiento o a la Legión, y rezan por la fidelidad de su patria a su vocación cristiana, por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, y por la defensa de la familia”.
“Igualmente, se les concede la indulgencia plenaria cuando se dedican por un tiempo conveniente a la práctica de las obras de misericordia”, así como “a enseñar o aprender la doctrina cristiana o participan en misiones de evangelización”.
El director general había pedido al papa la indulgencia para “celebrar dignamente el 75º aniversario (…) en el que se tendrán especiales funciones sagradas e iniciativas espirituales en los templos y capillas de los Legionarios de Cristo y del Movimiento Regnum Christi.
Y para que se aplique más abundantemente el tesoro de la gracia divina a los miembros”.
Los Legionarios celebrarán los 75 años de su fundación durante el Jubileo de la misericordia, convocado por Francisco y que durará del 8 de diciembre de este año a noviembre de 2016.
Eduardo Robles Gil fue nombrado nuevo director general de los Legionarios por un periodo de seis años el año pasado tras una reunión general que duró más de un mes para renovar completamente las bases de esta congregación tras el escándalo de su fundador.
El periodo de renovación de toda la cúpula de Los Legionarios se debió al escándalo protagonizado por el fundador, Marcial Maciel, quien murió en 2008, y del que se comprobó que cometió abusos sexuales contra seminaristas, tuvo varios hijos con diferentes mujeres y era consumidor habitual de drogas.
Benedicto XVI en 2006 condenó a Maciel (1920-2008) por sus “gravísimos e inmorales” comportamientos y ordenó una inspección en 2010 tras la que se sugirió una profunda revisión de la congregación.
Los Legionarios acometieron posteriormente un renovación interna, pidieron por carta perdón por lo sucedido bajo la dirección de Maciel y confirmaron que no podrán volver a proponer ninguno de los textos de Maciel, que eran la base de la congregación.