Santo Domingo .- Joel Gonell nació en Loma de Cabrera, una comunidad fronteriza, donde las personas tienen una “inclinación increíble” por el arte; un pueblo que cuenta con la mayor cantidad de artistas plásticos, y eso se debe, dice Gonell “al agua del río Masacre”.
“Recuerdo que el Masacre arrastraba algunas piedrecitas de colores, que yo agarraba y hacia cosas con ellas. Eso fue despertando en mí ciertas inquietudes hacia las artes plásticas”, comenta Gonell, para luego explicar que inició este oficio entre los nueve y 10 años. Vino a despertar conciencia, todavía estando en la adolescencia, motivado, también por el trabajo que realizaban muchos artistas que habitaban en su pueblo como Joaquín Rosario, Mego Gómez, Eduardo Peralta, Dustin Muñoz. Dijo que en su dimensión, cada uno de ellos aportó para el comienzo de una joven, pero dilatada carrera”. Gonell llego a Santo Domingo a los 19 años para ingresar a la Escuela Nacional de Artes, aunque a esa edad, ya se encontraba inmerso en lo que tiene que ver con el arte de manera autodidáctica.
¿Qué le inspira al momento de realizar una pintura?
Lo que me inspira es la vida misma, la naturaleza, el entorno, nuestra gente, el color caribeño y el deseo de decir cosas. Pienso que la pintura en términos específicos es un medio para decir cosas, posee otras cualidades, para decir cosas, pero elegí la pintura porque es intimista, tu exterioriza mucho, pero intima mucho contigo mismo porque yo necesitaba algo que yo lo produjera en mis adentros.
¿Cuál es su estilo y qué técnicas predominan?
Mi estilo es expresionista abstracto, con algo de figurativo, pero abordado desde un punto de vista localista con todo lo que nos pasa a nosotros, con su gente, con la cultura, la costumbre, con todo lo que tiene que ver con el dominicano en sí, con la isla. Yo me identifico mucho con lo que es la parte del quisqueyano, más que nación tal vez. En mis obras predominan el acrílico sobre tela, técnicas mixtas, materiales formales y no formales…
¿Qué quiere expresar con sus obras?
En mis obras hay un fundamento que es el despertar de nuestro espíritu. Básicamente, mis pinturas suelen ser muy alegres, puesto que no me gustan los temas grotescos, no me gustan los estilos con confusión, o más bien que conmuevan de manera negativa, sino siempre positiva. En mis obras expreso los valores intrínsecos, el trabajo, la costumbre, los aportes de nuestra tierra y del entorno, donde me ha tocado desarrollarme.
¿Significa algo para usted pasear el arte alrededor del mundo?
Significa un gran honor y responsabilidad patriótica de poder llevar el reflejo de lo que somos y de dónde venimos, y así dejar huellas de nuestra impronta como ciudadanos del mundo.
¿Cuál ha sido la mayor satisfacción en su carrera?
Haber tenido la pintura como vehículo idóneo para expresar lo que siento y haber descollado, entre tantos artistas, con tanto o más talento que yo. He sido un artista bendecido, que ha tenido y vivido de la pintura casi conforme. Naturalmente que si tuviéramos un apoyo central del Estado, entonces nosotros estuviéramos paseando el arte de República Dominicana por el mundo, que fuera patrocinado por el Estado mismo y eso hace que el país se conozca, que a los artistas les guste exponer y expresar lo que están haciendo, y al mismo tiempo inspirar a muchos jóvenes que vean en la pintura un medio ostensible, del que se puede vivir.
¿Cuál es su percepción en cuanto al futuro de las artes plásticas en RD?
La veo en un futuro ocupando parte esencial de nuestras actividades comunes. Porque al margen de las posiciones de nuestros gobiernos sé que hay grandes gestores culturales y grandes artistas que han estado haciendo un trabajo que resplandecerá en su momento.
¿Cree usted que el arte recibe suficiente apoyo en el país?
No, no hay políticas definidas desde el Estado, en todo caso el mayor apoyo que recibe es de nosotros los artistas. El arte no recibe apoyo de una manera definida, pero se hacen pininos en algunos casos. Te decía alguna vez que había gestores culturales que tenían empeños reales, y si hay apoyo es el de nosotros los artistas, porque no te puedo decir que hay una serie de galeristas que pudieran estar haciendo trabajo, o coleccionismo real, es muy poco. Sin embargo, el arte es muy querido, la gente busca mucho arte en el país. De hecho, es uno de los países que yo entiendo, porque he tenido la oportunidad de viajar mucho en giras internacionales, que se consume arte; pero el apoyo no es estatal, no hay una voluntad política. El artista es un ente integral, tú piensas, existes, pero la necesidad nos lleva por ese camino, porque la gente de ese sector de poder, que le gusta lo que tú haces aprovecha que te deterioras, que este en un momento difícil para ofrecer lo que quieran por lo que haces.
¿Qué hace el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos?
No tiene apoyo tampoco, muy mínimo y además no hay interés. No estoy diciendo de la persona que está a cargo ahora, es que no hay una corriente, una política del colegio, y no hay una visión moderna de cómo el arte está funcionando en el mercado, porque aquí no hay mercado establecido del arte, aquí te venden una pintura o una escultura falsificada y no hay amparo, más que lo normal en términos jurídicos; pero no hay una política de Estado que regule el mercado como tal, que tú te sientas garantizado. Los artistas, regularmente, a menos que no estén socialmente interesados en ayudar, no se ponen a pensar en lo que pasa; siempre viven envuelto en su inspiración, en la musa, a lo mejor ni tienen el discurso para defender lo que hacemos, porque siempre estamos en arte, porque siempre, estando la cosa como están, queremos vivir ese sueño, que no es ilusorio, que es real. Nosotros necesitamos impregnar a todo el que está alrededor de nosotros de que la vida vale, que hay paz y alegría, y por eso te hablaba de mis obras.
Aclaración
Mucha gente todavía entiende que no se puede vivir del arte. Tienen la percepción de que el artista es un bohemio, un vago; pero sí, se puede vivir. En este país es muy difícil, pero lo estamos haciendo”.
Difundir
Aquí no hay una política de arte público. Hacen avenida, carreteras, elevados y no ves ningún tipo de cultura o murales que ayuden a esparcir nuestra mente y espíritu. Eso demuestra que no tenemos un apoyo formal del Estado”.
Fuente: El Caribe