“Antes perdía peso más rápidamente”, “No hay manera de quitarme esos dos kilos de más”… éstas son situaciones comunes para las personas que necesitan bajar solo unos pocos kilos. En muchas ocasiones, tal y como se señala desde iSalud, es posible que las responsables sean las hormonas.
Unos hábitos de vida incorrectos pueden ser los responsables de la mayoría de problemas de sobrepeso. Sin embargo, existen, también, una serie de cambios fisiológicos y hormonales en el cuerpo de la mujer (el período, el embarazo, la menopausia) que pueden producir cambios en el peso o en la distribución de la grasa corporal. Los expertos de iSalud destacan que perder peso no es algo fácil y requiere varios factores. Por ello, es posible poner algo de tu parte y ayudar a equilibrar el sistema hormonal.
Dormir entre siete u ocho horas
La falta de sueño aumenta los niveles de grelina, hormona encargada de activar la sensación de hambre. Pero, a su vez, también disminuye los niveles de leptina, que ayuda a sentirse saciados antes. Para tener una buena higiene de sueño, lo conveniente es acostarse y levantarse siempre a la misma hora.
Hacer más ejercicio
Realizar más actividad física mejora el metabolismo de las grasas. El deporte hace que el corazón libere una serie de hormonas que ayudan a que el organismo pueda descomponer más fácilmente las células grasas. Si en el día a día no se tiene tiempo para practicar deporte, es aconsejable subir por las escaleras, en vez de usar el ascensor, con el metro y el bus, bajarse en una parada anterior a la que se utiliza normalmente y acabar el trayecto a pie, etc.
Combatir el estrés
El cortisol, hormona del estrés, tal y como se destaca desde iSalud, provoca que el organismo libere glucosa para transformarla en energía. Para evitar estados de estrés y ansiedad, hay que intentar aceptar las cosas tal como son, ser positivo, respirar profundamente, practicar ejercicios de relajación, relacionarse con otras personas, bailar, etc.
Alimentos
Finalmente, hay que recordar que las hormonas tienen su propio ritmo y existen una serie de alimentos que les proporcionan la suficiente energía para cumplir sus funciones. En el desayuno nunca debe faltar un lácteo, una fruta o hidratos de carbono. A media mañana se recomienda tomar una pieza de fruta o un yogur o, incluso, un mini bocadillo de queso fresco o de jamón york. En la comida no deben faltar las verduras, algo de hidratos y proteínas. En la merienda es aconsejable una pieza de fruta o un yogur con frutos secos y, finalmente, en la cena consumir vegetales y proteínas.
Fuente: El confidencial