El alcalde Nueva York, Bill de Blasio, anunció el jueves un plan que pretende mejorar el acceso que los inmigrantes sin seguro médico tienen a servicios de salud, con un nuevo programa piloto de un año para ayudar a aproximadamente a 1.000 de ellos.
La iniciativa, llamada “Direct Access” (“Acceso directo”), tiene como objetivo lograr una mayor coordinación entre médicos y especialistas para que inmigrantes que carecen de seguro a través del estado o del gobierno federal puedan acudir con mayor facilidad a revisiones o visitas con médicos de cabecera.
En la actualidad, muchos inmigrantes sin seguro evitan estas visitas hasta que acaban en la sala de emergencias de un hospital, por ese motivo la ciudad enfoca su plan en salud preventiva. Se trata de inmigrantes sin autorización o con autorización para vivir en Estados Unidos pero que no cumplen con los requisitos para obtener un seguro médico público.
El plan de salud federal del presidente Barack Obama excluye a inmigrantes sin autorización.
“Los neoyorquinos no deberían quedar excluidos del sistema de salud debido a un sistema federal de inmigración que no funciona”, dijo De Blasio en un comunicado. “Tenemos el mejor sistema de salud pública en el país y aprovecharemos el trabajo que la Corporación de Salud y Hospitales ha estado haciendo con inmigrantes para asegurar que cada residente de la ciudad, joven o viejo, rico o pobre, pueda acceder al cuidado que necesita”.
“Acceso directo” empezará a funcionar en el segundo trimestre de 2016 y se enfocará en ayudar a los inmigrantes de dos barrios neoyorquinos que aún no han sido anunciados. Los datos adquiridos a través del programa ayudarían a extenderlo al resto de la ciudad.
La iniciativa está basada en programas similares que ya existen en San Francisco o el condado de Los Ángeles para que inmigrantes puedan ir a un médico sin tener que pagar grandes facturas porque carecen de seguro.
Se estima que el programa costará seis millones de dólares y será parcialmente financiado con dinero privado y público.
El plan de De Blasio también incluye aumentar los servicios de traducción, ampliar la capacidad del sistema de salud para ofrecer servicios “cultural y lingüísticamente” competentes y llevar a cabo campañas educativas para informar a la población inmigrante de sus opciones.
De los ocho millones de habitantes que hay en Nueva York un 13,5% carece de seguro, según datos municipales. La cifra aumenta a un 35% entre los neoyorquinos que no son ciudadanos estadounidenses y se dispara a un 63,9% entre los inmigrantes no autorizados.