Serena Williams no se olvidará de la derrota en semifinales del Abierto de los Estados Unidos ante la italiana Roberta Vinci. La número uno del mundo se quedó, gracias a esa derrota, sin la chance de alcanzar los cuatro Grand Slam en la misma temporada. Está dolida y no lo oculta. Este miércoles, la norteamericana anunció que no jugará los próximos torneos para tratar de recuperarse de varias lesiones, entre ellas, una del “corazón”.
“Adelanto que me retiro de los torneos de Beijing (la próxima semana) y de Singapur (donde se celebra el Masters de fin de año), para cuidarme y darme tiempo para recuperarme” explicó la tenista de 34 años en un comunicado. “No es un secreto que he jugado lesionada parte del año, ya fuera mi codo, mi rodilla o, hacia el final, tras un determinado partido en Flushing (US Open), mi corazón”, agregó.
Serena no jugó aún desde que perdió esa semifinal y la herida permanece abierta. Por eso, para recuperarse de las lesiones físicas y emocionales que acumula, y porque tiene la tranquilidad del ranking (nadie puede quitarle el número uno en lo que queda del año), no jugará los dos torneos oficiales en los que estaba alistada.
Eso sí, la menor de las hermanas Williams sí jugará exhibiciones: “Soy una competidora feroz y quiero jugar tan bien como pueda todo el tiempo que pueda. Es por eso que tomo la iniciativa y no participo en los torneos de Beijing y Singapur, para ocuparme de mi salud y para prepararme. Planeo regresar a los entrenamientos y participar en exhibiciones de aquí al final del año”.
Este año, Serena ganó el Abierto de Australia, Roland Garros y Wimbledon, quedando en la puerta del tan codiciado “Grand Slam” (la victoria en los cuatro torneos grandes). En 2016 irá por un récord: está a un título de ese calibre de la alemana Steffi Graf y a tres de la australiana Margaret Court-Smith, quien más acumula con 24.
Fuente: Clarín