Jerusalèn .- El Banco Mundial advirtió este martes del constante deterioro de la economía en Palestina y alertó del posible impacto que el empobrecimiento de la población puede tener sobre la solución del conflicto con Israel.
“La persistencia de la realidad volátil actual aumenta la ansiedad y la inseguridad, empañando la habilidad de los palestinos de percibir un futuro mejor”, aseguró el director para Gaza y Cisjordania, Steen Lau Jorgensen, en una nota de prensa publicada en la página web de la institución sobre un nuevo informe económico de la región que será presentado próximamente en Nueva York.
De acuerdo con el documento, “la reducción de la ayuda de los donantes, la guerra, la suspensión de pagos y las restricciones que impone el Gobierno de Israel han tenido un grave impacto en la economía palestina”.
El informe apunta a que desde 2013 y por tercer año consecutivo, el producto interior bruto de Palestina ha disminuido, dejando unas tasas de desempleo altas que en el caso de los jóvenes en Gaza alcanza el 60 %, y que mantiene al 25 % de la población bajo el umbral de la pobreza.
Se destaca también el estancamiento que sufre el proceso de reconstrucción en la Franja de Gaza tras los 51 días de operación militar israelí de 2014, que dejaron decenas de miles de viviendas dañadas o destruidas.
Aunque El Cairo acogió en octubre del pasado año una conferencia en la que los donantes internacionales se comprometieron a aportar 5.000 millones de dólares para Palestina -3,5 millones de ellos destinados a la reconstrucción de Gaza-, sólo un 35 % del total ha sido distribuido, y en la Franja sólo ha entrado el 7 % del material de construcción necesario para reparaciones.
“Se necesitarán años para hacer frente a las necesidades de reconstrucción y reparación si continúan las restricciones sobre la importación de materiales y su lenta distribución”, estima el informe, en el que se avalan las posibilidades de crecimiento de la economía palestina por méritos propios “si se implementan los acuerdos existentes y se levantan las restricciones” israelíes.
Y enumera algunos de los gestos “que demostrarían la voluntad de Israel de ayudar a mejorar las condiciones económicas de los palestinos”, como permitirles el acceso al Área C (zonas de Cisjordania bajo control militar y administrativo israelí) y a mercados internacionales, la previsibilidad en la entrega de los impuestos que recauda en nombre de los palestinos, y la entrada y salida de bienes desde y hacia Gaza.
Además, anima a la Autoridad Nacional Palestina a reducir los salarios y mejorar su labor en la recogida de impuestos, así como a realizar reformas en los sectores eléctrico y de sanidad.
“Las medidas de desarrollo económico podrían servir para fomentar la confianza hacia un horizonte diplomático que es desesperadamente necesario para ambas partes”, sostuvo Jorgensen.
“La falta de horizontes políticos no debe llevar a las partes a la autosufiencia”, concluye el informe, “especialmente en aquellas acciones que pueden potenciar el desarrollo económico que contribuya a una solución pacífica”.
Fuente: EFE