Dicen punto com.com
El verano nos anima a salir de casa. Terrazas, piscinas, barbacoas, encuentros con amigos en torno a la gastronomía…Una época que pone en peligro la dieta de adelgazamiento. Descubre cómo disfrutar sin perder el control
“Comer fuera no siempre es sinónimo de comer mal”
Moderación: Las comidas fuera de casa tienden a ser más grasas y por tanto más calóricas. Por eso hay que moderar las raciones, comer menos cantidad que la que establece la dieta.
Elegir bien: en un restaurante podemos elegir distintas opciones pero no nos equivocamos si de primero tomamos una ensalada simple (verduras y hortalizas nada más) con media cucharada de aceite o si contiene ingredientes como queso, bonito, bocas de mar, huevo…puede ser un plato único. Y de segundo plato escoger carnes o pescados que no sean muy grasos y advertir que lo cocinen a la plancha con muy poco aceite y descartando acompañamiento de salsas y patatas fritas.
Mastica y come despacio: Masticar despacio ayuda a comer menos. Hay que ser consciente de lo que se come y no aprovechar para engullir.
Mastica y come despacio: Masticar despacio ayuda a comer menos. Hay que ser consciente de lo que se come y no aprovechar para engullir.
Compensar: con una cena o comida ligera y saludable si hemos estado de restaurante o de tapas. Pero compensar no significa eliminar la toma siguiente. “Si comemos fuera y luego no cenamos puede generarse una situación de ansiedad al día siguiente. Alargar el ayuno nocturno más allá de la media de 8 horas de sueño no es recomendable”, apunta el especialista.
Intentar evitar el pan: El pan es un hidrato de carbono que no debe faltar en la dieta diaria, aunque sea de adelgazamiento. Sin embargo, cuando comamos fuera de casa podemos prescindir de él ya que de por sí vamos a ingerir más calorías de lo normal.
Evitar el alcohol: solo aporta calorías vacías, sin ningún nutriente. Comer fuera sin alcohol ayuda a controlar el aporte calórico.
Evitar los dulces de postre: Y sustituirlos por fruta, yogur, café con leche desnatada, zumo de naranja. “Aunque también el helado que no abuse de azucares y desnatado puede ser una buena opción de vez en cuando”, apunta el nutricionista. En su opinión, si acudimos a una celebración no tenemos por qué evitar, por ejemplo, el trozo de tarta pero sí comer una ración mucho más pequeña que la del resto. “Un par de pasteles pequeños es la ración que deberíamos tomar todos, no solo los que están a dieta. Se disfruta más si tomamos un trozo pequeño y no nos pasamos”.
Fuente:EFE.