Santo Domingo .- “El mundo vende violencia, muerte, morbo, locura”, dice Judith Leclerc, feliz de poder celebrar lo bueno, contando historias que motiven a ser mejor, a sentir alegría y esperanza en un mundo tan lleno de noticias negativas.
La conocida comunicadora asegura que no hay imposibles, al celebrar seis años de su programa “Mil historias”, y es que pocos creían que lograría mantenerse narrando historias positivas e inspiradoras.
Aunque en principio el programa estuvo en su canal de Youtube, luego pasó a la televisión, con este nuevo concepto de noticias del cual es pionera en el país. “Seis años atrás nadie creía que ‘Mil historias’ sería un éxito. Yo sí lo sabía en mi corazón, porque era mi pasión, mi sueño por el que he luchado y hemos demostrado que un nuevo periodismo sí es posible”, sostuvo.
En estos seis años Judith ha cosechado, logrando que niños volvieran a caminar, llevar esperanza a muchos que no la tenían y oportunidades de progreso a otros, narrando historias y testimonios increíbles del poder de la solidaridad.
Aunque reconoce que no ha sido fácil, reitera que se puede hacer periodismo positivo e inspirador. “Yo encontré el camino hace seis años, porque Dios me iluminó y me adelanté a lo que el mundo necesita”.
Destaca que hay que afanar mucho para que las noticias en Mil historias “giren, corran, vuelen”, porque el bien es silencioso, mientras que el mal hace escándalo y abunda.
“Encontré mi propósito de vida y cómo tocar las vidas de otros a través de los talentos que Dios me dio para ayudar a otros. Mi periodismo tienen un norte: servir y aportar a mi país y mi gente”, subraya.
En esta nueva etapa de su programa, Judith tiene muchos planes y metas, que dice, son muy buenos y destacó que Mil Historias se transmite dos veces a la semana en Estados Unidos, por Telemicro Internacional. “Mucha gente nos ve y hay planes nuevos que beneficiarán a la gente”. Con sus hijos ya adultos la comunicadora que regresó a Telemundo con sus historias inspiradoras, dice tener tiempo de trabajar, vivir y hacer lo que antes no podía por trabajar tanto.
“El mundo necesita gente que piense en hacer el bien, que motive, líderes que inspiren. Gente que no se queje, sino que busquen soluciones a los problemas”, expresó.
Fuente: El Nacional