Nigeria .- Nombrado en julio pasado, el general Buratai visitaba un contingente del Ejército en la ciudad de Faljari, ubicada a 45 kilómetros de Maiduguri, capital del estado de Borno, cuando su convoy fue atacado.
Luego de esto siguió un tiroteo en el que murieron diez presuntos islamistas y un soldado nigeriano, precisó el vocero del Ejército de Nigeria, Sani Usman.
«Los terroristas se enfrentaron a una enorme potencia de fuego de las tropas, y 10 de ellos murieron. Las tropas capturaron a cinco terroristas», añadió el responsable de prensa de la fuerza armada.
«Durante el choque, tristemente, perdimos un soldado, y un oficial y cuatro soldados resultaron heridos», añadió.
El ataque se produjo a pocas horas de la llegada prevista del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, para conmemorar el cuarto aniversario de un sangriento ataque de Boko Haram contra las oficinas en la capital Abuya de la organización internacional.
Pedido de auxilio
Decenas de miles de personas que sufrieron en Nigeria de los ataques de Boko Haram y que huyeron al norte de Camerún necesitan ayuda humanitaria, alertó la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF).
La entidad, que tiene su sede internacional en Ginebra, dijo que está ampliando sus actividades de ayuda a los refugiados y a la población local en los alrededores del campamento Minawao, que ya aloja a 45.000 nigerianos y que sigue recibiendo entre 100 y 200 llegadas diarias.
Además de ellos, se estima que 90.000 cameruneses que vivían en zonas próximas a la frontera con Nigeria han tenido que abandonar sus hogares por las incursiones y violentos ataques de los miembros de Boko Haram.
Tras semanas y meses de haber huido, según MSF los refugiados están en condiciones extremadamente vulnerables, porque escasean los alimentos y los lugares de alojamiento, así como también la atención médica, en un momento en que aumentan los casos de malaria.
Fuente: AFP/EFE