Barcelona, 16 ago (EFE).- El Barcelona confía en superar la resaca provocada tras la conquista del segundo ‘triplete’ de su historia y afronta el inicio de la Liga con la esperanza de aguantar hasta el mes de enero sin la participación de Aleix Vidal y Arda Turan, las dos únicas incorporaciones en el mercado estival.
En su segundo año comandando la nave azulgrana, el entrenador, Luis Enrique Martínez, asume el reto de mantenerse en la cima del fútbol español y europeo con unos jugadores que deberán enfrentarse a la alargada sombra de un pasado exitoso.
La presión de luchar, de nuevo, por todos los títulos es más asumible con Leo Messi en el equipo, que continuará gozando de unos escuderos de lujo como Luis Suárez y Neymar da Silva, autores entre los tres de 88 goles en el vigésimo tercer campeonato liguero que los azulgrana conquistaron el año pasado.
Una de las dudas en la delantera es la continuidad de Pedro Rodríguez. Postergado en el banquillo durante el curso pasado, el canario podría cambiar de aires y fichar por el Manchester United inglés antes del cierre del mercado estival.
Al más que probable adiós de Pedro, se ha sumado la marcha de Xavi Hernández a Catar. El centrocampista de Terrassa se convirtió la pasada temporada en el jugador número doce en los esquemas de Luis Enrique, un suplente de lujo que no parece tener recambio en este arranque de temporada.
Y es que la sanción de la FIFA por irregularidades en la inscripción de jugadores menores de edad se ha convertido en un contratiempo para el técnico asturiano, sobre todo, con vistas a los primeros cuatro meses de competición.
El Barcelona ha desembolsado este verano 34 millones por la incorporación de Arda Turan y 17 más por el retorno del polivalente Aleix Vidal.
Sin embargo, el centrocampista turco y el carrilero español no podrán estrenarse en partido oficial hasta el próximo mes de enero debido a la sanción en la inscripción de jugadores del máximo organismo del fútbol mundial.