Las Vegas (EE.UU.) .- La falla de sistema que permitió a hackers controlar un Jeep Cherokee en movimiento es solo una muestra de los peligros que deben afrontar los fabricantes de dispositivos conectados a Internet. Este fue uno de los temas centrales en el inicio de la conferencia Black Hat sobre ciberseguridad celebrada en Las Vegas (EE.UU.).
Investigadores describieron cómo tomaron el control en forma remota de un automóvil en movimiento o de rifles de francotiradores.
Varios advirtieron en el encuentro que las ramificaciones y consecuencias de esto podrían ser muy amplias y serias.
Para empezar, muchas compañías ni siquiera tienen equipos que controlen que sus artefactos inteligentes sean seguros.
“Casi ninguno de los fabricantes de aparatos conectados a Internet tiene verdaderos equipos de seguridad”, indicó el fundador de Black Hat, Jeff Moss.
Moss cree que el problema crecerá a medida que los hackers más expertos busquen ampliar su campo de acción.
“El hackeo del Jeep es solo el comienzo”, aseguró. “Los criminales son genios a la hora de resolver cómo hacer mal uso de estas cosas”, dijo.
Desde su casa, con computadoras portátiles, los expertos en ciberseguridad Charlie Miller y Chris Valasek lograron imponerle al conductor del Jeep, un periodista de la revista Wired, maniobras que este no controlaba.
Su objetivo: demostrar la vulnerabilidad de los sistemas electrónicos de los vehículos. Los expertos indicaron que fue un trabajo relativamente sencillo.
“Podemos ser buenos en lo que hacemos, pero este fue un proyecto de fin de semana”, dijo Miller. “¿Qué pasaría si hiciéramos esto a tiempo completo o si nos pagaran para eso?”, advirtió el experto.
“Los fabricantes de autos gastan millones de dólares en seguridad y ahora esto es parte de la seguridad, les guste o no”, dijo Valasek.