DICEN PUNTO COM
República Dominicana sustentó su desarrollo durante décadas en una economía que llegó a ser definida como “de postre”, porque el fuerte de ingresos -vía las exportaciones- surgía del café, cacao, azúcar y tabaco. Sin embargo, contrario a lo que ocurría más o menos hasta los años 60, del siglo pasado, actualmente los mercados (el interno y el externo) no pueden ser cubiertos por esos productos como consecuencia de una baja en su producción que inició a partir de los años 80.
El abandono de las plantaciones de café y de cacao y el inicio de la debacle de la industria azucarera estatal, cambiaron el horizonte, obligando al país a buscar otras opciones generadoras de divisas que cubrieran el espacio que fue quedando vacío o a medio llenar.
Por ejemplo, de café el consumo local ronda más o menos los 600,000 quintales por año, pero al cierre de 2014 apenas se producían 290,000 quintales, de acuerdo a datos ofrecidos ayer a elCaribe por el director ejecutivo del Consejo Dominicano del Café (Codocafé), José Fermín Núñez. Para 2015 el funcionario prevé que la cantidad pueda subir hasta colocarse en los 300 mil quintales, pero en todo caso, la oferta quedará aplastada por la demanda. Emparejar la cantidad de café del consumo local con la que genera el país podría ser cosa de diez años, partiendo de que será ese el tiempo en que las siembras que se están realizando, y se realizarán en el futuro corto, comenzarán a arrojar resultados. El dirigente agrícola Rufino Herrera, presidente de la Asociación de Caficultores La Esperanza, de San Cristóbal, asegura que, en sentido general, la producción de café se ha caído a un 10 o 15% y las exportaciones se fueron al suelo.
“El café que exporta República Dominicana en su mayoría no es de su territorio, sino que la industria en su conjunto trae café de Vietnam, de Honduras y de otros países para cumplir con el mercado exterior, luego de preparar ese café aquí”, indica. Y agrega: “De café dominicano yo no creo que se estén exportando 10 mil quintales. Las áreas sembradas es difícil determinar debido a que hace años no se realiza un censo agropecuario”.
De azúcar, aunque el país continúa como el más confiable de las naciones que exportan la cuota azucarera norteamericana, cuando se hace una sumatoria general de esa cuota, más el consumo interno, queda “poca cosa” para vender.
Los números que maneja César Heredia, presidente de la Unión Nacional Azucarera (Unazucar) indican que la producción nacional se mantiene en las 560 mil toneladas métricas de azúcar, aunque la capacidad instalada para producción, tanto en área de caña sembrada como en molienda de los ingenios alcanza para producir (en estos momentos) por encima de las 600 mil toneladas métricas.
El consumo interno de azúcar crema, según Heredia, es de unas 16 mil toneladas métricas mensuales y unas 14 mil del tipo refino. Eso significa 30,000 toneladas métricas mensuales, que sumadas en función de un año (12 meses) son 360,000 toneladas. A eso hay que sumar la cuota de exportación, cifrada en 185 mil toneladas métricas cada año, que se cumplen fielmente. Cuando se resta todo el consumo y la cuota de exportación que hay que cumplir, apenas quedan 20 mil toneladas para cualquier otro “rejuego”. Si se incluye la exportación “alternativa” (unos años se hace y otros no) de 60 mil toneladas que se realiza a Europa a través del Acuerdo de Asociación Comercial de República Dominicana con Europa y los países de Caricom, entonces falta azúcar.
69 mil toneladas van a otros consumidores
En el renglón cacao, el país tiene buena presencia a nivel internacional, especialmente en el tipo orgánico. En 1998 el huracán Georges acabó con el 90% de las plantaciones del Este y el Cibao. Si se toma en cuenta ese parámetro, hay que decir que el país ha logrado avances porque se pudo sacudir del impacto del fenómeno, que tumbó una producción récord que había en 1998, en un 66% al año siguiente. De 69 mil toneladas que se exportaban, la cifra se situó en 22 mil.
En 2014, la República Dominicana logró en cacao US$214 millones por la exportación de 69 mil toneladas métricas hacia los mercados internacionales. Es decir, que en volumen el país regresó a la cantidad que producía en el 98, antes de la llegada del fenómeno atmosférico.
Entre las principales regiones productoras del grano aromático figuran la Nordeste, con un 61 por ciento; Este, 13%; Central, 10%; Norte, 9% y Norcentral, con un 7%. Las áreas están distribuidas en 40 mil unidades productivas, cultivadas por 36 mil productores, beneficiando de manera indirecta unas 300 mil personas. Desde el punto de vista de aporte a la ecología y el medio ambiente del país, los cacaotales abarcan 13% de la cobertura boscosa.
