NUEVA YORK (AP) — Me tomó una semana sentirme cómodo con el nuevo sistema operativo Windows 10 de Microsoft, algo que nunca sucedió con su predecesor, el Windows 8, incluso después de tres años.
Con la actualización del jueves, Windows ya no se siente discordante, como si utilizaras dos computadoras al mismo tiempo.
Lo mejor: esta actualización es gratis.
Windows 8 fue la forma en que Microsoft modernizó las computadoras personales mientras se volvían más populares los smartphones y tabletas. Pero parecía que quería meter un taquete cuadrado en un hoyo redondo. Llevó a la gente hacia comandos táctiles al estilo tableta, incluso en computadoras que tenían controles con teclados y mouse. Las aplicaciones que no eran diseñadas para el tacto —como Office de Microsoft— se aventaron al sótano, conocido como modo escritorio. El modo escritorio y modo tableta/táctil eran como hermanos rivales, jalando cada uno por su lado.
Con Windows 10, todos se llevan bien. (Por cierto, Microsoft se brincó Windows 9, como si se quisiera distanciar del Windows 8 y sus críticas).