La crisis financiera de Grecia ha perturbado todos los aspectos de la vida diaria, incluyendo la muerte.
Las funerarias de Grecia pasan apuros para lidiar con las restricciones bancarias que limitan el retiro de efectivo de los clientes a 60 euros (65 dólares) al día. Incluso un modesto servicio fúnebre en Grecia cuesta más de 15 veces esa cantidad en un país que acostumbra llevar a cabo los funerales al poco tiempo de la muerte y paga por ellos en efectivo casi en su totalidad.
“Especialmente esta semana, con los controles de capital de los bancos, sin importar de dónde viniera el dinero, ni siquiera podíamos recuperar nuestros gastos”, dijo Eustratios Voulamandis, quien dirige una funeraria en un vecindario de clase trabajadora en el occidente de Atenas.
En un cuarto trasero de la funeraria, el trabajo continúa, conforme los empleados remueven el plástico transparente de ataúdes y utilizan una pistola de grapas para ajustar la tela decorativa alrededor de los féretros. Pero el negocio de Voulamandis depende de pagos únicos hechos por los dolientes que comienzan en 800 euros (866 dólares) y que por ahora son imposibles de reunirse.
Para comenzar un servicio funerario, necesitamos entre 800 y 1.000 euros, pero la gente nos está dando 50, 70 o incluso 20 euros y nos dicen que es lo único que tienen”, comentó.
Las funerarias exigen esa cantidad por anticipado por el temor de no recibir todo su dinero una vez concluida la ceremonia y mientras exista falta de liquidez. Y casi siempre es efectivo. Las tarjetas de crédito, y especialmente cheques, rara vez se utilizan para tales transacciones en Grecia, que sigue siendo una economía basada en el efectivo.
Las dificultades de reunir dinero han causado algunas consecuencias macabras, dijeron Voulamandis y otros operadores funerarios. Algunos cuerpos han tenido que pasar más tiempo del acostumbrado en la morgue y otros tienen que declararse en bancarrota legal para que el estado pueda financiar el funeral para sus parientes.
Los bancos de Grecia están cerrados desde el 29 de junio, cuando el país estuvo al borde de la bancarrota, al incumplir pagos al Fondo Monetario Internacional. Está programado que los bancos reabran el lunes, pero todavía tendrán un límite de retiro de 60 euros y un límite semanal de 420 euros (455 dólares). Nadie sabe cuándo acabarán las restricciones de disposición de efectivo.
El control de efectivo ha obstruido la economía del país mientras, según la mayoría de los pronósticos, Grecia vuelve a la recesión. Servicios privados considerados básicos sobreviven con un sistema de crédito informal.
Petros Kampitsis, un albañil que hace lápidas de mármol cerca de un cementerio en Atenas, dijo que los griegos ahora optan por los servicios de entierro más básicos, una medida que acaba con su negocio.
“Tenemos un problema grande, un problema muy grande… La gente no tiene dinero e intenta organizar velorios al costo más bajo posible”, dijo. “Una vez que los funerales se llevaron a cabo, lo que queda es un tumba por decorar. ¿Pero qué pasa si no tienes dinero? Eso no sucede”.
“La falta de efectivo significa que la industria está paralizada”, agregó.
Fuente:Associated Press