WASHINGTON, 17 jul (EFE).- El FBI investiga hoy los motivos que llevaron al estadounidense de origen kuwaití Muhamad Yousef Abdulazeez a matar el jueves a cuatro marines en dos instalaciones militares de EEUU, mientras informaciones periodísticas apuntan que el autor tenía vínculos islamistas.
Pese a ello, las autoridades no han relacionado por el momento a Abdulazeez con ninguna organización del entorno islamista y, aunque desde el primer momento se habló de “terrorismo doméstico”, el FBI no descarta que se pueda tratar de un “acto criminal” sin ser considerado terrorismo.
“Estamos contemplando todas las posibilidades, ya sea si se trata de terrorismo; si, dado el caso, es terrorismo doméstico o internacional; o si es un simple acto criminal”, indicó en una rueda de prensa el agente especial del FBI Ed Reinhold.
Aun así, explicó que se trabajará como en una investigación de terrorismo “hasta que no se determine lo contrario”.
Abdulazeez, que murió en el ataque, disparó contra soldados en dos instalaciones militares de Chattanooga, una ciudad de 170.000 habitantes en el sureste de Tennessee, antes de enfrentarse con agentes locales.
Primero efectuó unos 30 disparos en un centro de reclutamiento de la Armada, donde dejó varios heridos, y posteriormente condujo unos 10 kilómetros hasta una instalación de Reserva de los Marines, donde se produjeron las muertes. En total, los tiroteos tuvieron lugar en apenas 30 minutos.
Las únicas informaciones que han trascendido hasta el momento sobre la investigación son las que aparecen en medios estadounidenses como la CNN, que asegura que Abdulazeez fue arrestado en abril por conducir presuntamente bajo los efectos del alcohol y que debía acudir al juzgado a finales de este mes.
También según la CNN, el presunto autor del ataque no aparecía en ninguna base de datos de sospechosos de terrorismo de EEUU, aunque “podría haber viajado a Oriente Próximo en los últimos años”.
Por su parte, el New York Times publicó que el padre de Abdulazeez sí estuvo “en una ocasión” hace ya tiempo en una lista de sospechosos de terrorismo, aunque posteriormente se le eliminó de dicha lista.
Pese a que las autoridades todavía investigan los motivos tras el ataque, las informaciones publicadas por los medios y el origen del principal sospechoso han hecho que algunas organizaciones islámicas de EEUU hayan reaccionado condenando lo sucedido y desvinculando los hechos del Islam.