Ni WhatsApp ni Line. Ni siquiera Telegram. La app de mensajería instantánea que triunfa en Corea del Sur cumplió en marzo cinco años y se llama KakaoTalk. ¿Nunca has oído hablar de ella? Pregúntale a un surcoreano y seguro que sabrá de lo que le estás hablando:
según el estudio de tendencias en internet 2015 de la consultora estadounidense KPCB, es la aplicación que con mayor frecuencia se visita no solo en su país, sino en todo el mundo, por encima de WhatsApp, WeChat (el WhatsApp chino) o Facebook. Es decir, la que más veces se abre diariamente.
Según los datos del informe, aproximadamente 38 millones de coreanos, el 97% de la población del país, la usan cada mes. ¿Qué tendrá esta aplicación prácticamente desconocida en Europa para atraer a tanta gente?
En un primer vistazo, su diseño y sus funciones recuerdan mucho a Line: las pestañas de contactos o de chats abiertos siguen el mismo planteamiento y también hay stickers (que no emojis o emoticonos) con una tienda para comprarlos. Además, hay perfiles oficiales de empresas que podemos agregar para recibir novedades sobre sus marcas.
Hasta aquí, nada que sorprenda, pero lo más interesante llega ahora: puedes crear grupos con infinitos contactos (en WhatsApp, el máximo son cien), realizar llamadas grupales de hasta cinco personas, organizar eventos o hacer encuestas. Tienen incluso cupones de descuento. Su última novedad es un servicio de videoconferencias. Es, desde luego, más que una aplicación de mensajería. Si tienes Windows o Mac, también puedes usarla desde tu ordenador. Todo gratis.
“La abundancia de información relevante que se aporta a través de la app hace que sus usuarios quieran volver a visitarla constantemente”, explica a Teknautas Sonia Inn, portavoz de Daum Kakao, la empresa propietaria de la aplicación, cuando se le pregunta por las razones de su éxito. La compañía se vanagloria de escuchar a sus usuarios e introducir mejoras en la app. Incluso organizan campañas para recibir propuestas y aplican (de verdad) las más interesantes.
Más servicios, una cafetería y mucha pasta de dientes
Alrededor del chat han surgido otros servicios de la marca Kakao que se sirven de la app para alcanzar el éxito. Sonia lo apunta como otra de las causas del éxito: “Creemos que la red sólida que hemos logrado construir en Corea es a la que hay que atribuir este resultado”.
Así, los coreanos pueden descargarse KakaoTaxi, un servicio de reciente implantación que rivaliza directamente con Uber y al que acceden con el mismo usuario que a KakaoTalk. La finalidad es la misma: el usuario entra, ve qué coches están más cerca de él y establece contacto con ellos. Quizá para buscar sinergias, quizá para curarse en salud, la compañía firmó acuerdos de colaboración con asociaciones y sindicatos del taxi, de forma que estos vehículos también tienen acceso a la aplicación y los particulares deben pasar una evaluación de cara a prestar el servicio.
Antes de KakaoTaxi llegaron servicios más convencionales como KakaoWallet, para pagos en línea y envíos de dinero a contactos o hasta cuentas bancarias, y otros más creativos como KakaoStory, que mezcla las actualizaciones de estado de Facebook con las imágenes de Instagram para que los usuarios cuenten una historia y la compartan con sus amigos.
Si los coreanos pueden disponer de todos estos servicios con una sola cuenta, ¿para qué cambiar? Incluso los que trabajan en el extrenjero la usan para contactar con familiares y amigos. Seungjun Lee es responsable de los cursos y talleres del Centro Cultural Coreano de España, situado en pleno Paseo de la Castellana de Madrid. Destaca algunas de las virtudes que la aplicación presenta frente a WhatsApp: “Tiene emoticonos diferentes y juegos con los que los coreanos solemos competir”.
Ese es, precisamente, otro de los aspectos más destacables: su Game Center, una central con más de 200 juegos distintos que fomentan la competición. Al catálogo se puede acceder desde la app y desde la versión web. Una vez dentro, el usuario ve qué amigos están conectados y puede plantearles un reto. Que empiece la diversión.
Seungjun no cree que KakaoTalk vaya a ser desbancada en el corto plazo: “Es lo que más éxito tiene”. Una española que vive en Corea del Sur ratifica sus palabras y nos cuenta su experiencia con esta aplicación. Soraya tiene 33 años y trabaja como ingeniera en el país. Lleva allí desde febrero. “Nadie utiliza WhatsApp ni tampoco Line. Prácticamente toda la gente que conozco tiene KakaoTalk”, afirma, “y hablo con ellos a través de la aplicación”.
La pasión por KakaoTalk es tal que en Seúl hay una cafetería consagrada a la aplicación, donde además de tomarte un café o un refresco puedes comprar un peluche de alguno de tus stickers favoritos. La mercadotecnia va más allá y se comercializa pasta de dientes o fragancias con los simpáticos animales que protagonizan sus pegatinas, mientras que el fenómeno fan lleva a sus iconos a ser protagonistas de huevos decorativos.
“¡Por supuesto que uso KakaoTalk!”, responde divertido Tim Chae, inversor de la firma con sede en Seúl 500 Startups, aunque vive en Estados Unidos. En su opinión, da igual que la gente ame o aborrezca la app porque tiene “tal penetración en la población coreana” que sería imposible huir de ella. Eso sí, advierte de que Line está intentando comerse un buen pedazo de su tarta.
Sonia no teme a otras aplicaciones e insiste en la omnipresencia de KakaoTalk en el país: “Es mucho más que una aplicación de mensajería en Corea. Es una plataforma de estilo de vida móvil que ayuda a conectar y a realizar cambios significativos en las vidas de las personas. No planeamos centrarnos en nuestros competidores y nunca lo hemos hecho”.
Mientras los coreanos siguen usando masivamente la app y sus servicios, la compañía trata de expandirse a otros mercados. Tiene en el punto de mira en países cercanos como Indonesia (donde ya tiene un cierto peso) o Filipinas, no solo con la implantación de KakaoTalk, sino también por medio de fusiones o comprando otras empresas.
También están trabajando en funcionalidades nuevas que esperan presentar pronto, como un buscador para localizar fragmentos de conversaciones dentro de los chats. Eso, como tantas otras cosas que hemos comentado, no lo tiene WhatsApp. ¿Será la innovación el ingrediente secreto?
Fuente: El confidencial.