BOGOTÁ, 16 jun (EFE).- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó hoy que ha pedido los negociadores de paz del Gobierno que busquen la manera de acelerar el proceso con las FARC esta semana, cuando se abrirá en La Habana un nuevo ciclo de diálogos entre las partes.
Tras recibir las peticiones de la comunidad internacional para avanzar más rápidamente en las conversaciones con la guerrilla, iniciadas en Cuba en noviembre de 2012, Santos indicó desde Oslo, donde concluye hoy su gira europea, que ya ha dado instrucciones a los negociadores del Gobierno para lograrlo.
Según declaró el presidente desde la capital noruega a varias emisoras colombianas, el equipo negociador del Gobierno, encabezado por Humberto de la Calle, “regresa esta semana (a la mesa de conversaciones) con esa consigna”, es decir, “buscar los mecanismos para acelerar el proceso”.
Está previsto que los negociadores del Ejecutivo y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) inicien mañana en La Habana un nuevo ciclo de diálogos, que se extenderá hasta el próximo 27 de junio, confirmaron fuentes oficiales.
Las partes llegarán a la mesa de conversaciones en medio de un nuevo pico de tensión tras los últimos atentados de la guerrilla a la infraestructura energética y petrolera de Colombia y la muerte el pasado viernes del teniente coronel de la Policía Alfredo Ruiz Clavijo en un ataque subversivo.
Sin avanzar qué mecanismos podrían servir para acelerar el proceso con las FARC, el presidente dijo que ahora “corresponde entrar al punto especifico de la Justicia” que se aplicará a los desmovilizados durante un eventual posconflicto.
“Ahí se va a determinar si hay o no paz”, apuntó.
Desde que comenzaron los diálogos en Cuba, las partes han alcanzado preacuerdos sobre tres de los cinco puntos que contiene la agenda para firmar la paz, referidos a propiedad de la tierra, participación política y drogas ilícitos.
Actualmente, los negociadores del Gobierno y las FARC abordan de forma simultánea los dos apartados restantes: reconocimiento y reparación de los casi siete millones de víctimas del conflicto y desmovilización y dejación de armas por parte de los guerrilleros.
El eventual acuerdo definitivo que las partes alcancen será refrendado por los colombianos a través de un mecanismo aún por determinar, según el Gobierno. EFE