Islamabad (EFE).- Al menos 19 insurgentes y siete soldados murieron en enfrentamientos entre extremistas y las fuerzas de seguridad paquistaníes en las áreas tribales del noroeste del país, una semana después de que el Gobierno asegurara que controla el 90 por ciento de esa región y que los desplazados podían volver a casa.
El servicio de comunicación del Ejército (ISPR) informó este lunes del suceso señalando que hubo choques armados en una zona “sin despejar” entre la frontera con Afganistán y Waziristán del Norte, donde los militares tienen en marcha desde hace un año una ofensiva para acabar con los insurgentes.
Según el ISPR, 19 extremistas, entre ellos cinco comandantes, perecieron durante el intercambio de fuego con las tropas paquistaníes, mientras que siete soldados fallecieron como consecuencia de la detonación de explosivos que portaba un insurgente suicida.
En junio de 2014, el Ejército lanzó en ese área la operación Zarb e Azb (Afilado y cortante) y la intensificó meses más tarde a raíz de un ataque a una escuela en una ciudad cercana en el que murieron 132 niños y 12 profesores.