EEUU.- El Senado de Estados Unidos continuó hoy su debate sobre la reforma de la controvertida Ley Patriota, de la que varias disposiciones expiraron la pasada medianoche y sobre la que una mayoría bipartidista pretende modificar la recogida masiva de datos telefónicos de los usuarios en el país.
Uno de los principales artífices de la demora para llegar a un acuerdo en la Cámara alta es el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, quien pretende enmendar la alternativa conocida como “Ley de Libertad de EE.UU.”, ya aprobada por la Cámara de Representantes hace dos semanas.
El líder republicano dijo que sus enmiendas al proyecto de ley son “pasos de sentido común para asegurarse de que el sistema previsto por dicha legislación funcione realmente”.
McConnell cedió este domingo y puso fin al bloqueo del debate sobre dicho texto después de haber intentado hasta en tres ocasiones que la “Ley Patriota” fuese renovada sin ningún tipo de cambio, conservando la capacidad de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de recopilar los datos de los ciudadanos masivamente.
El senador por Kentucky explicó que las enmiendas que ha presentado obligarán a las empresas privadas que recopilen los datos a notificar al Congreso si hay algún cambio en su política de registro, y contendrán el mandato de que el Director de Inteligencia Nacional, James Clapper, certifique que el nuevo sistema está funcionando.
McConnell quiere extender el tiempo de transición de la ley de seis meses a un año, alegando que esto permitiría “asegurar que haya tiempo suficiente para construir y probar un sistema que todavía no existe”.
“Ahora recae en todos nosotros la responsabilidad de trabajar con diligencia para darle al pueblo estadounidense el mejor resultado que se pueda esperar de manera razonable”, aseguró el senador.
El procedimiento legislativo, incluida la consideración de nuevas enmiendas al texto, retrasará previsiblemente la votación final de la “Ley de Libertad de EE.UU.” hasta al menos este martes, ampliando la brecha de inacción provocada por el vencimiento de las disposiciones.
En caso de producirse la adopción de alguna de dichas enmiendas, la Cámara Baja deberá valorar el nuevo texto, ya que su aprobación no incluía esas modificaciones, para después pasar a manos del presidente de EE.UU., Barack Obama, quien ha urgido al Senado a acelerar el proceso para no entorpecer los trabajos de inteligencia del país.
Las actividades de recolección de datos de la NSA salieron a la luz en 2013, cuando el excontratista del Gobierno estadounidense Edward Snowden reveló estas practicas secretas por parte de las agencias de seguridad de EE.UU., puesta en marcha por la Administración de George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 perpetrados contra el país norteamericano.
Desde entonces, se abrió un debate entre el derecho a la privacidad de los ciudadanos y la necesidad de obtener información precisa para atajar potenciales ataques terroristas. EFE