La Habana, 27 may (EFE).– Las FARC informaron hoy de que “Jairo Martínez”, uno de los miembros de su delegación de paz, fue uno de los guerrilleros muertos el pasado 21 de mayo en el bombardeo militar en una zona rural de Guapi, en el suroeste de Colombia.
“En medio del luto que nos embarga, informamos al país y al mundo que el compañero Jairo Martínez, integrante de la Delegación de Paz de las FARC en La Habana, quien estaba en misión de pedagogía de paz en dicho frente, se encuentra entre los guerrilleros asesinados”, dijo el equipo negociador del grupo insurgente en una declaración en la capital cubana.
Según el Gobierno colombiano, en el bombardeo murieron 26 personas, pero las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) insisten en que son 27.
Las FARC también confirmaron que el comandante de su 18 Frente y miembro de su Estado Mayor Central, “Román Ruiz” (alias de Alfredo Alarcón Machado) “fue asesinado” en otra acción del ejército el pasado 25 de mayo en la región del Chocó (oeste), según la declaración leída ante los medios por el negociador guerrillero “Pastor Alape”, alias de Félix Antonio Muñoz Lascarro.
“Jairo Martínez” se incorporó al equipo de paz de las FARC en Cuba en febrero de 2014, junto a los también guerrilleros “Fabián Ramírez” y “Fidel Rondón”.
Según explicaron hoy a Efe fuentes de la delegación de paz de las FARC, Martínez estuvo unos ocho meses en La Habana y luego fue enviado de nuevo a Colombia en esa “misión de pedagogía de paz”.
Las FARC denunciaron este miércoles que el bombardeo militar del 21 de mayo se ejecutó “con uso excesivo de la fuerza”, “fue una masacre” y, “según testimonio de los sobrevivientes, varios heridos fueron rematados con tiros de gracia por la tropa oficial cuando reclamaban auxilio”.
La guerrilla pide que los cadáveres de esos ataques sean inspeccionados por forenses nacionales e internacionales bajo la supervisión del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) para que los colombianos puedan acceder a “un informe confiable en torno a las circunstancias de su muerte”.
En su declaración de hoy, las FARC insistieron en que “el destino de Colombia no puede ser el de la guerra” y abogaron por “restablecer la confianza y retomar el esfuerzo” de las partes en el proceso de paz para “concretar las medidas de desescalamiento del conflicto que estábamos analizando”.
“Tenemos que salir de esta turbulencia para entregarle al pueblo colombiano un horizonte diáfano que nos permita transitar, libre de enredaderas, el camino hacia el Acuerdo Final”, señaló “Pastor Alape”, quien reiteró que no se pueden “tirar por la borda los importantes avances logrados en la Mesa de Conversaciones de La Habana”.
Las FARC divulgaron esta declaración antes de una nueva jornada de diálogos con el Gobierno colombiano, dentro del ciclo 37 de un proceso que comenzó a finales de 2012.