El presidente cubano, Raúl Castro, agradeció este domingo al papa Francisco su mediación en el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, en una visita al Vaticano que se desarrolló en un clima “cordial”.
“Le agradecí al papa sus gestiones en la tratativa por la normalización con Cuba y Estados Unidos”, anunciada a mediados de diciembre tras medio siglo de conflicto, dijo el mandatario al salir del encuentro, sin añadir nada más.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, señaló que la reunión tuvo lugar en un “ambiente de cordialidad y familiaridad”. El encuentro duró 55 minutos y tuvo lugar en un pequeño salón contiguo al Aula Pablo VI, donde se llevan a cabo las grandes reuniones en el Vaticano.
Castro llegó puntual al encuentro, a las 7H30 GMT, y fue recibido por el prefecto de la casa pontificia, Georg Giaenwein, quien lo condujo ante el pontífice.
Una escuadra de diez guardias suizos con sus trajes renacentistas hacían guardia en la puerta y le saludaron alzando sus lanzas.
El papa, que había llegado unos minutos antes de su residencia de Santa Marta, le dio la mano muy afablemente y poco después entraron en su estudio para la reunión privada.
Ambos se intercambiaron presentes. El pontífice le ofreció una medalla de San Martín de Tours, conocido en la tradición cristiana por haber compartido su capa con un mendigo. “Hay que cubrir la miseria de nuestra gente y luego ayudarla”, subrayó Francisco ante su invitado, a quien también regaló su exhortación apostólica ‘El Evangelio de la Alegría’, texto base de su pontificado. “Allí encontrará algunas frases de las que le gustan a usted”, porque el texto tiene una parte religiosa y una parte social, dijo, según Lombardi. Castro ofreció al papa una obra del artista cubano Alexis Leiva Machado, que firma como Kcho, y también una medalla de plata en conmemoración de los 200 años de la catedral de La Habana.
El presidente estuvo acompañado de una delegación de 11 personas, entre ellas el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla; el vicepresidente del país, Ricardo Cabrizas, y el embajador cubano ante la Santa Sede, Eduardo Delgado Bermúdez.
Tras su encuentro privado, el papa y Castro aparecieron juntos durante un minuto, sonrientes, antes de separarse.
Castro dejó luego el Vaticano, en dirección el Palacio Chigi, sede de la presidencia del Consejo, en el centro de Roma, para reunirse con el jefe del Gobierno italiano, Matteo Renzi.
– Encuentro histórico –
El encuentro entre Francisco y Raúl Castro fue anunciado el pasado martes y también sirvió para cerrar los detalles del próximo viaje del pontífice a la isla, en septiembre.
Francisco hará escala en Cuba antes de viajar a Estados Unidos, donde tiene previsto visitar Nueva York y hablar ante las Naciones Unidas.
Cuando el 17 de diciembre Cuba y Estados Unidos anunciaron su acercamiento, el presidente cubano ya agradeció a Francisco sus gestiones como mediador.
Francisco será el tercer pontífice que visita Cuba, después de Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012.
No es la primera vez que Raúl Castro visita Roma. Ya lo hizo en 1997, cuando era ministro de Defensa, en una visita sorpresa cuando venía de Pekín. El líder cubano visitó entonces algunos lugares históricos dentro de la Ciudad del Vaticano.
Tras la revolución cubana de 1959, la Iglesia se opuso al nuevo régimen comunista, que reaccionó expulsando a un centenar de religiosos y nacionalizando numerosos bienes eclesiásticos.
Pero tras años de altibajos, el hermano de Raúl y líder histórico cubano, Fidel Castro, relanzó las relaciones con la Iglesia con una visita al Vaticano en 1996, coincidiendo con la cumbre sobre alimentación en la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).
Castro fue recibido por el papa Juan Pablo II, que dos años después viajó a Cuba.
Los viajes de los papas a Cuba marcaron nuevos avances en las relaciones entre Cuba y el Vaticano. En 1998, cuando Juan Pablo II visitó la isla, Fidel Castro restituyó el feriado de la Navidad, que había sido suprimido a finales de los años 1960. En 2012, durante la gira de Benedicto XVI, el presidente Raúl Castro restituyó el feriado de Semana Santa.
Y como parte del diálogo iniciado en 2010 por el cardenal Jaime Ortega y el presidente Castro, el gobierno autorizó la construcción de nuevos templos católicos. En 2013 comenzó además a devolver a la Iglesia varios inmuebles nacionalizados en los años 1960.
Fuente:AFP