SANTO DOMINGO.- Alrededor del 75% de todas las hernias se presentan en la región inguinal, de modo que por hernia inguinal se entiende la salida al exterior del contenido de la cavidad abdominal (generalmente asas de intestino).
Dos cirujanos de Santo Domingo han explicado los orígenes de esa dolencia –que afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque en mayor proporción a los primeros- y la forma más adecuada de tratarla.
Los doctores Abel Ricardo González Canalda y José Abel González Frometa han dejado claro que tradicionalmente los factores que llevan al desarrollo de la hernia inguinal se dividen en dos categorías: defecto de origen congénito y defecto adquirido.
El doctor González Canalda observó que “no hay estadísticas oficiales, pero se estima que aproximadamente 5 de cada 100 niños que nacen presentan hernias inguinales.
Por otra parte, la realización de esfuerzos importantes en el momento de la defecación, al toser, levantar objetos pesados, etc., se han implicado como factores causales de traumatismo y debilitamiento de la pared inguinal y por tanto de la formación de hernias. Es lo que se considera hernia por defecto adquirido.
El doctor González Frometa apuntó en ese sentido que “las personas que presentan cualquiera de los siguientes factores de riesgo, son más propensas a desarrollar una hernia: historia familiar de hernias, fibrosis quística, criptorquidia, sobrepeso, tos crónica, estreñimiento crónico, esfuerzo en las evacuaciones, agrandamiento de la próstata”.
Por lo general el paciente que presenta una hernia inguinal tiene un bulto o tumefacción en la región inguinal. En ocasiones se asocia a dolor leve o malestar vago, que generalmente se acentúa al realizar esfuerzos.
Podría darse el caso de que un paciente de este tipo sufra de improviso de lo que se conoce como “estrangulamiento de hernia”, caso en el cual es imposible retornar el asa intestinal que trata de salir a la cavidad abdominal.
Si además se encuentra comprometida la circulación sanguínea del intestino, se trata entonces de un caso grave que requiere cirugía de emergencia.
Los doctores González, especialistas en la llamada cirugía de mínima invasión, practican con mucha frecuencia en el Centro de Medicina Avanzada Abel González, de la avenida Abraham Lincoln y en la Clínica Abel González, de la avenida Independencia, operaciones de corrección de hernia inguinal.
CIRUGIA LAPAROSCOPICA
El tratamiento definitivo de la hernia inguinal es el quirúrgico y consiste en la reparación y reforzamiento de la pared inguinal con una malla.
Algunas de las cirugías los cirujanos González las hacen con el sistema laparoscópico, en el que utilizan un instrumento llamado laparoscopio, que es un tubo delgado con una videocámara minúscula, que introducen en el abdomen a través de cortes pequeños, además de otros instrumentos pequeños.
El laparoscopio permite al cirujano ver dentro del cuerpo y reparar la hernia sin tener que hacer un corte grande. Después de devolver el intestino, otros órganos o la grasa abdominal al interior del abdomen, el cirujano cubrirá el punto débil con una pequeña malla para reforzarlo.
El método laparoscópico permite regresar más pronto al trabajo y a las actividades normales que la cirugía abierta. Existe menor riesgo de infección y de dolor a largo plazo que con la cirugía abierta.
Puede haber menor riesgo de que las heridas quirúrgicas del abdomen sangren que con la cirugía abierta.
INTERNAMIENTO RELAMPAGO
Pero operarse de hernia inguinal e irse a su casa el mismo día es posible con una técnica que deja atrás la clásica operación abierta que obligaba al paciente a un internamiento largo y a una recuperación lenta.
El doctor González Canalda explicó que éste método de internamiento “relámpago” ofrece grandes ventajas para el paciente, especialmente una reactivación postoperatoria más rápida y segura dentro del ambiente familiar, menor riesgo de infecciones intrahospitalarias y economía de costos.
El cirujano observó que se emplea anestesia local, que calificó de muy segura y que tras realizar una incisión pequeña se coloca sobre el defecto herniario una malla sintética en un procedimiento que dura menos de una hora.