Santo Domingo.- La propuesta con la que se busca designar al Gran Teatro del Cibao con el nombre de Mónica Boyar ha sido un tema que ha causado opiniones encontradas entre los sectores vinculados al arte y la cultura dominicana en los últimos días.
Recientemente, la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados discutió, en Santiago, un proyecto de Ley que contempla asignar al Gran Teatro del Cibao el nombre de Mónica Boyar, en honor a esta dominicana que tuvo una exitosa vida artística en Estados Unidos. La Comisión de Cultura fundamentó su solicitud con el planteamiento de que esta distinción reconocería a la mujer y a la diáspora dominicana. Tras la presentación del proyecto se han generado algunos debates.
El periódico elCaribe contactó vía telefónica al escritor y dramaturgo Haffe Serulle para abordar sus consideraciones en torno a este trabajo. “Los cambios van y vienen, pero siempre hay detrás de cada cosa un interés en particular. Habría que ver cuáles son los intereses que hay detrás de ese cambio”, manifestó.
También, comentó que el nombre “Gran Teatro del Cibao” históricamente ha representado una región que tiene un destacado valor cultural. Añadió que el nombre del territorio es más importante que cualquier voluntad individual.
Con un tono conservador, fortaleció su argumento sobre este tema que desde hace varios días ha generado debates. “Lo correcto sería dejarle su nombre, pero si esos grupos tienen la necesidad de cambiarlo…”, detiene su plática por un momento para agregar: “imagínate, pero cambian la Constitución de este país a cada rato, que es lo más sagrado”. En ese sentido, el expresidente de la Unión Dominicana de los Derechos Humanos expresa que en República Dominicana los cambios son paulatinos y que es normal que, incluso, se modifiquen los nombres de las avenidas principales de manera “medalaganaria”.
Haffe Serulle, quien ha escrito más de veinte obras teatrales y es el fundador de la Escuela de Teatro de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), aclaró no tener ningún inconveniente con que se produzca dicha acción, siempre y cuando la mayoría de los dominicanos consientan la decisión.
En tanto, el director teatral Franklin Domínguez emitió sus consideraciones al respeto, destacando que sería polémico y “discriminatorio” apresurarse en la ejecución de la propuesta, porque, contrario a Mónica Boyar, hay otros artistas dominicanos que han surcado una impecable trayectoria en el país. También comentó que en la nación está evolucionando el “afán innecesario” de agregarle nombres a los espacios reconocidos. “Es normal que a las salas de teatros se les asignen nombres, pero yo creo que los nombres originales deberían quedarse intactos”, sostuvo.
En relación a la situación del teatro en el país, Domínguez comentó que está atravesando por un buen momento, porque la cantidad y calidad de las obras va en ascenso.
Germana está de acuerdo
La leyenda del teatro dominicano, Germana Quintana, dijo que no conoce a plenitud la vida artística de la actriz, cantante y bailarina Mónica Boyar, sin embargo, consideró que si se hizo dicha solicitud es porque Boyar se lo merece.
“Creo que es justo que el Teatro del Cibao deba tener el nombre de alguien importante de allá. Honrar a las personas que han hecho algo importante por el arte y se han dado a conocer fuera”, explicó. Con estas consideraciones, la directora del “Teatro Las Máscaras” favoreció al proyecto de Ley presentado por la congresista de Santiago, Lucía Alba, quien ha expresado en reiteradas ocasiones la calidad de las interpretaciones de Boyar en Broadway.
Credenciales de las personalidades consultadas
Franklin Domínguez
Dramaturgo y director teatral
La producción dramática de Domínguez abarca la comedia, la sátira política, teatro infantil, la ópera, comedia musical y el drama cotidiano.
Germana Quintana
directora del teatro “Las máscaras”
Inició su carrera en la televisión de Venezuela. Ha presentado sus obras de teatro en varios festivales en el extranjero y ha ganado varios “Casandra”.
Haffe Serulle
Escritor y dramaturgo
El catedrático de la UASD cuenta con más de veinte obras teatrales, cuatro libros de poesía, dos ensayos y varias novelas.
Fuente: El Caribe