Opiniones

De la querida a la chapeadora

Por: Jose Luis Taveras. Hace algún tiempo sus nombres rodaban como canicas entre el cuchicheo de los vecinos. Estaban socialmente anuladas y confinadas en sus casas. Asumían dócilmente su papel y lo interpretaban con discreto celo. Eran las segundas y en tal condición impedidas de exigir un trato igual al de las esposas. Sabían que el día que reclamaran algún ...