Dedicado con amor a mi hermosa madre, Carlita Camacho

Por: Omar Ramos

Por tu significativo esfuerzo para edificar a tus hijos (Salvador Jr., Karla y Omar) en valores y principios de dignidad humana y de compromiso social, te escribo para inmortalizar mis sentimientos con estas palabras. No pretendo que esta carta logre agradecerte, ni escuetamente, pero sí que se constituya en un ademán muy merecido para ti, madre bella. Confieso que solo Dios sabría qué sería de mí sin tu presencia erudita que me tutelara mi integridad. Mami, a ti que me brindaste todo, sin solicitar nada; a ti que dejaste todo por mí, te deseo toda una vida de felicidad, salud y prosperidad en abundancia eterna.

Me siento orgulloso de tener al mejor referente de madre, amiga y abuela de toda la globalización. Tu espíritu de fortaleza me inspira a superarme y ser libre; tu sinceridad y alegría me ilumina de progreso y seguridad. En ese sentido, agradecería brindarte mucho más de lo que mi ser puede. No obstante, admito que en el supuesto, lo restituido no sería nada comparado con el cariño noble recibido desde la concepción. Gracias a Dios y a ti por: ser mi madre; todo lo que me enseñaste; el amor que me inculcaste; la cohesión familiar arraigada; hacerme un hombre de contribución responsable; y, tu perdón, paciencia y compresión al soportar mis emociones, inclusive. Sin ustedes no sería quien soy, todo se los debo.

En mí porvenir, te garantizo que me inspiraré en tu perfil humano y académico para estimular desde mis ámbitos de desarrollo profesional acciones y aptitudes en pro de más derechos, garantías y beneficios sociales para todas las madres de la República Dominicana, con el objetivo fundamental de materializar que todos los hijos tengan una madre igual que tú. Te prometo que una fundación tendrá tu nombre. Nunca me faltes. Te amo demasiado preciosa madre Carlita Camacho, tu hijo Omar Ramos.

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