Francisco: la masacre de armenios fue “el primer genocidio del siglo XX”

El Papa encabezó una histórica misa en la Basílica de San Pedro en la que se conmemoró el centenario del “martirio” armenio

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ROMA.- Con valentía y pese a las presiones de parte de Turquía para que no lo hiciera, el Papa mencionó hoy el término “genocidio” al conmemorar con una histórica misa en la Basílica de San Pedro el centenario del “martirio” (Metz Yeghern) armenio.

Antes de que comenzara la misa solemne -en la que se proclamó doctor de la Iglesia a San Gregorio de Narek, un místico armenio del siglo X-, Francisco definió la matanza de hasta un millón y medio de armenios por parte de turcos otomanos durante la Primera Guerra Mundial, como “el primer genocidio del siglo XX”. Lo hizo en un mensaje dirigido a los armenios, en el que citó palabras de Juan Pablo II y el líder de la Iglesia armenia Karekin II en su declaración común del 27 de septiembre de 2001 en Etchmiadzin, el “Vaticano” de los armenios ortodoxos .

Turquía siempre ha negado el genocidio armenio -reconocido por varias naciones cuya fecha de inicio se considera el 24 de abril de 1915-, suele decir que la cifra de muertos es exagerada y que los muertos fueron víctimas de una guerra civil y de épocas de inestabilidad.

“Queridos fieles armenios hoy recordamos, con el corazón traspasado de dolor, pero lleno de esperanza en el Señor Resucitado, el centenario de aquel trágico hecho, de aquel exterminio terrible y sin sentido, que vuestros antepasados padecieron cruelmente”, dijo el Papa en el mensaje que leyó antes de comenzar la celebración. “Es necesario recordarlos, es más, es obligado recordarlos, porque donde se pierde la memoria quiere decir que el mal mantiene aún la herida abierta. Esconder o negar el mal es como dejar que una herida siga sangrando sin curarla”, agregó.

En la Basílica de San Pedro lo escuchaban entonces, en silencio, el presidente de Armenia Serz Sargsyan, Su Santidad Karekin II, Supremo Patriarca y Catholicos de todos los armenios, su Santidad Aram I, Catholicos de Cilicia, Su Beatitud Nerses Bedros XIX, Patriarca de Cilicia de los Armenios Católicos y demás autoridades, así como delegaciones de armenios venidos de todos el mundo, entre las cuales una muy numerosa de la Argentina, con más 200 personas. Todos llevaban bufandas y broches con el símbolo del centenario del genocidio armenio.

Francisco, que siendo arzobispo de Buenos Aires fue muy amigo de la comunidad armenio-argentina y habló tres veces de “genocidio” armenio en su libro “Sobre el cielo y la Tierra” escrito junto al rabino Abraham Skorka, comenzó su discurso hablando del presente. Volvió a decir, de hecho, que hoy vivimos “un tiempo de guerra, una tercera guerra mundial en pedazos”. “Lamentablemente aún hoy oímos el grito sofocado de muchos hermanos y hermanas inertes, que a causa de su fe en Cristo o de su pertenencia étnica son públicamente y atrozmente matados -decapitados, crucificados, quemados vivos-, o obligados a abandonar su tierra”, dijo, aludiendo a las terribles matanzas padecidas actualmente por cristianos en diversas partes del mundo.

“También hoy estamos viviendo una suerte de genocidio causado por la indiferencia general y colectiva, por el silencio cómplice de Caín”, agregó. Francisco recordó luego que la humanidad vivió en el siglo pasado “tres grandes tragedias inauditas”. “La primera, la que generalmente es considerada como el primer genocidio del siglo XX golpeó a vuestro pueblo armenio, primera nación cristiana, junto a sirios católicos y ortodoxos, asirios, caldeos y griegos”, afirmó. “Fueron asesinados obispos, sacerdotes, religiosos, mujeres, hombres, ancianos y hasta niños y enfermos indefensos”, indicó.

Mencionó después las otras dos grandes tragedias “perpetradas por el nazismo y por el estalinismo” y “más recientemente los otros exterminios de masa, como los de Camboya, Ruanda, Burundi, Bosnia”.

“Parece que la humanidad no logra dejar de derramar sangre inocente. Parece que el entusiasmo surgido al final de la Segunda Guerra Mundial está desapareciendo. Parece que la familia humana se niega a aprender de los propios errores causados por la ley del terror. No hemos aprendido que la guerra es una locura”, clamó.

En la misa solemne que concelebró luego con representantes de la Iglesia católica armenia, el Evangelio fue leído en armenio, niños vestidos en trajes típicos llevaron las ofrendas y hubo música y coros tradicionales de esa tierra.

En su sermón, el Papa volvió a hablar del mal. “Ante los trágicos acontecimientos de la historia humana, nos sentimos a veces abatidos, y nos preguntamos: «¿Por qué?». La maldad humana puede abrir en el mundo abismos, grandes vacíos: vacíos de amor, vacíos de bien, vacíos de vida. Y nos preguntamos: ¿Cómo podemos salvar estos abismos? Para nosotros es imposible”, dijo. Y ofreció la respuesta: “sólo Dios puede colmar estos vacíos que el mal abre en nuestro corazón y en nuestra historia. Es Jesús, que se hizo hombre y murió en la cruz, quien llena el abismo del pecado con el abismo de su misericordia”.

Fuente:lanacion,com

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